El sindicato CSIF ha valorado positivamente que Correos haya aceptado facilitar coche de empresa a los más de medio centenar de carteros rurales que hasta ahora han estado trabajando con sus propios vehículos en Córdoba, con lo que atiende una “exigencia histórica” de un colectivo sin el cual no habría reparto postal en las zonas peor comunicadas de la provincia.

Correos se ha comprometido a poner en marcha un plan voluntario de vehículos de empresa para los 6.000 carteros rurales que a día de hoy aportan su propio coche en el reparto en toda España, 51 de ellos en Córdoba entre los que usan coche (50) y los que van en motocicleta (1). Los municipios donde desarrollan su labor estos trabajadores –entre paréntesis los trabajadores afectados en cada localidad- son las barriadas de Villarrubia y Santa Cruz de la capital (4), Benamejí  (2), Cabra (1), Puente Genil (2), Iznájar (2), Rute (1), Montemayor (1), Montilla (1), Aguilar de la Frontera (1), Adamuz (1), La Carlota (5), Palma del Río (3), Almodóvar del Río (1), Fuente Palmera (3), Baena (1), Doña Mencía (1), Priego de Córdoba (6), Belalcázar (1), Dos Torres (3), El Viso(1), Hinojosa del Duque (1), Pozoblanco (1), Villanueva de Córdoba (2), Espiel (2), Fuente Obejuna (2) y Peñarroya-Pueblonuevo (2).

El responsable del Sector de Entidades Públicas Estatales (EPE) de CSIF Córdoba, Francisco Guerrero, destaca que el trabajo de estos carteros se desarrolla «sobre todo en pueblos pequeños en los que es más difícil repartir debido su aislamiento y al estado de las carreteras». La empresa ha convocado a CSIF a una reunión que se celebrará el próximo 16 de junio para concretar las características de este plan que, como exige el sindicato, será voluntario, de modo que cada empleado podrá escoger la opción que prefiera.

En este sentido, el representante sindical considera que la indemnización mensual es insuficiente, ya que «se trata de zonas de complicado acceso, en las que resulta complejo transitar por vías que tienen un firme deteriorado y que provocan gran desgaste en los vehículos particulares que usan estos empleados públicos». De hecho, añade, «la mayoría de carteros se marchan en cuanto hay concursos de traslado y pueden coger una plaza que no sea en pueblos para los que se ven obligados a poner su coche». 

A juicio de Guerrero, Correos «paga poquísimo por kilómetro» para compensar a los profesionales que aportan su propio coche. En concreto les da una indemnización de 0,23 euros por kilómetro, que incluye el mantenimiento y el combustible y que no ha variado desde 2011. CSIF exige la actualización de ambos conceptos y recuerda que el coste de la vida se ha elevado un 8,58 por ciento en estos diez últimos años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, el sindicato considera que el plus por carburante y mantenimiento del vehículo debe pagarse como una dieta más y ser sacado de la nómina, en la que está sujeto a los descuentos del IRPF, porque no se trata de un ingreso sino de un gasto.

Según el responsable provincial del sector de EPE, «es una reivindicación que llevamos haciendo muchísimo tiempo y resulta sorprendente que este personal deba poner sus propios medios para trabajar, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una empresa pública». 

Correos comunicó el pasado 13 de mayo su intención de poner en marcha este plan voluntario, pero CSIF recuerda que ha presionado para que se desarrolle con agilidad y no se dilate en el tiempo. El problema es urgente, según el sindicato, porque en muchos casos la paquetería de gran tamaño no cabe en los maleteros de los vehículos particulares de los carteros, que se ven obligados a colocarla en asientos que carecen de los dispositivos homologados para sujetar esa carga. Este hecho no sólo incumple las normas de Tráfico, sino que también implica un grave riesgo para una gran parte de los carteros rurales.