Pocos colectivos consiguen mantener sus reivindicaciones de manera tan regular como lo ha hecho a lo largo de estos años la Plataforma Ciudadana en Defensa de los derechos de Personas Mayores y Dependientes en torno a la construcción de la residencia de mayores de Pozoblanco. Concentraciones periódicas y publicaciones que recuerdan el compromiso político incumplido ante los «nulos» avances del que estaba llamado a ser el proyecto estrella del mandato en la localidad pozoalbense. La portavoz de esa Plataforma, María José Vázquez, atiende a hoyadia.com y habla sin tapujos de un proyecto ante el que «nos sentimos engañados» porque las promesas han quedado en papel mojado. La Plataforma exige movimientos para cumplir lo prometido, pero también que el silencio administrativo se rompa. 

Pregunta: ¿En qué momento se encuentra la Plataforma, va a seguir con las reivindicaciones que vienen realizando?

Respuesta: Vamos a seguir con nuestras reivindicaciones porque nuestro diagnóstico es que el tema del centro residencial para mayores, que el señor alcalde prometió días antes de las elecciones municipales, está en el mismo punto después de tres años y medio. Es que no estamos hablando de meses, estamos hablando de tres años y medio. El 8 de enero de 2019 dijo el señor alcalde: «Ya se han empezado a mantener las primeras reuniones para ir definiendo el proyecto, conocer las necesidades reales, ubicación y modelo residencial». Después ha tenido que hacer un estudio de necesidades, en fin. Pero fíjese, hablaba de las primeras reuniones, de definir el proyecto, pues eso generó ilusión, luego hemos visto que se trataba de ilusionar más que de hacer. Nos preguntamos qué sentido ha tenido el estudio de necesidades. El 9 de mayo de 2019, pocos días antes de las elecciones, el señor alcalde dice: «Si algo queremos para los próximos cuatro años es poder conseguir esa demandada y ansiada residencia, llevamos más de 20-25 años demandándola, nosotros no venimos a hacer promesas, venimos a trabajar. Sin duda que si el PP sigue gobernando el Ayuntamiento de Pozoblanco esa residencia va a ser una realidad, se lo garantizo, va a ser un proyecto que en breve va a ser una realidad y va a ver la luz en Pozoblanco». No sé qué concepto de breve tiene el señor alcalde. 

Después, durante más de dos años, los once mil metros de La Salchi se convirtieron en un soniquete constante para hacer creer a la gente que lo de la residencia iba en serio, hasta el punto de que muchas personas llegaron a creer que las obras estaban a punto de empezar. Después de todo eso, pagan 18.000 euros para un estudio de necesidades para preguntar a una empresa si esa residencia es necesaria, algo que ya él había dicho. Un estudio que dice en su página 66 que Pozoblanco debería contar con 110 plazas más de las que cuenta ahora, eso lo dice el estudio, no lo dice la Plataforma. Algo que ya habíamos dicho nosotros con anterioridad porque teníamos un estudio previo, pero bueno se han gastado 18.000 euros de dinero público para que se lo digan, pero nos parece bien. 

Y me pregunta, ¿cómo está la Plataforma? Seguimos pensando que lo falta es querer, esto es cuestión de ganas, de decisión, ganas de hacer ese centro residencial. Hace falta el convencimiento de que merece la pena, ganas de buscar sin descanso los recursos que hagan falta, han sobrado fuegos de artificio y promesas, ha sobrado ilusionismo, se le ha dado bombo a los once mil metros. Luego se dice que se están solventando problemas burocráticos de cesión de terrenos, pero hace tiempo que se dijo que ya se había resuelto. Estamos hablando de querer hacer un centro residencial, de tener la disposición y las ganas de trabajar para hacerlo. Lamentablemente tenemos que decir que no hemos visto ganas para hacerla por parte del alcalde, no cabe duda de que esto requiere un esfuerzo, recursos, que conlleva quebraderos de cabeza, pero es que para eso están nuestros políticos, para que gestionen los recursos y para que cumplan sus promesas. Y si no se tiene ganas de hacerla, si no se está dispuesto a hacerla lo primero es no prometerla y después salir al pueblo y decir, de lo que prometí me arrepiento porque no la voy a hacer. Lo que no se puede es hacer este tipo de promesas, dar largas con los once mil metros, con el estudio de necesidades, con los problemas burocráticos, y después de tres años y medio no solo es que no hay proyecto, ni modelo de residencia, sino que además aparece el silencio, que es la falta de respeto más grande. No se le explica a la población qué ha pasado, qué falta de respeto y consideración es esta. 

P: Cualquiera que sepa cómo funciona esto entendería que esa brevedad de la que hablaban algunos políticos no era tal. Sin embargo, sí es cierto que se echa de menos que al menos se haya avanzado algo más, como por ejemplo, con un proyecto. Lo digo porque hay consenso político en torno a ese proyecto. ¿Van por ahí las demandas de la Plataforma, que se avance en el tema?

R: Es el proyecto estrella, usted lo ha dicho. Le voy a decir una cosa, las dos residencias que hay en Pozoblanco una fue construida por la Fundación Hermanos Muñoz Cabrera, otra puesta en pie por las religiosas de Jesús Nazareno. En Pozoblanco, el Ayuntamiento nunca ha llevado a cabo un proyecto de envergadura en favor de los mayores, así como hay otros municipios de la comarca que sí. Hay, al menos, ocho residencias de índole pública en la comarca. Todas han tenido que costar dinero, esfuerzo, trabajo, cito siempre como ejemplo la residencia de Pedroche, que es la más grande, que la inició y llevó a cabo un sacerdote sin recursos, pidiendo donativos, y un pueblo pequeño y una persona que lo tenía claro puso en pie una residencia. ¿Por qué? Porque estaba dispuesto a dejarse la piel en eso. Todas las personas, alcaldes, fundaciones, entidades, que han puesto en pie una obra de estas características han tenido que trabajar mucho, llamar a muchas puertas, nadie duda de que esto es un proyecto de envergadura, pero es que estamos ante una oportunidad de oro. Primero, para demostrarle a nuestros mayores que nos interesan de verdad y que no queremos que estén desatendidos y se desarraiguen, también porque va a crear muchos puestos de trabajo, es decir, es una oportunidad también en ese sentido. Nos preguntamos si un proyecto que va a dar respuesta a los mayores con pensiones más bajas, es verdad que hay que luchar por plazas concertadas, que va a dar empleo, ¿no merece la pena que un alcalde se implique? Lo han hecho muchos otros, de pueblos más pequeños que Pozoblanco. ¿No se puede por una vez implicar un Ayuntamiento en una obra de estas características? 

Ahora se está diciendo que vale mucho dinero, pero cuando lo prometió qué pensaba, que iba a costar cuatro perras. Y qué va a pasar con las plazas concertadas, pues qué va a pasar, que hay que luchar por ellas. Pozoblanco es el pueblo que menos plazas concertadas tiene, lo decimos nosotros porque lo sabemos, pero también lo dice el estudio de necesidades. Es el pueblo que menos plazas concertadas tiene, el que está en clara desventaja, lo lamentable es que no haya nadie luchando para que se aumenten esa plaza en las dos residencias, pero es que para la nueva hay que luchar por ellas porque la mayoría de pensiones son muy bajas. Hoy, una residencia vale entre 1.400 y 1.500 euros y eso es imposible que lo paguen nuestros mayores. Otro reto es que habrá que pedir plazas concertadas, pero es que tenemos argumentos para solicitarlas. Cuando hace tres años y medio hablamos con el Director General de Personas Mayores de Andalucía nos dijo que se pusiera en marcha la residencia y cuando estuviera avanzada habría que trabajar esa parte, que se comprometían a ayudarnos. Hay que luchar por plazas concertadas como han hecho otros muchos municipios. 

P: ¿Por qué cree que el proyecto no avanza? 

R: Como Plataforma pensamos que está paralizado por falta de voluntad y ganas, porque no hay disposición para luchar por hacerlo, para implicarse y dejarse la piel en hacer este centro. Vuelvo a los once mil metros, estaban y después había trabas burocráticas, pero si se van a resolver, qué problema hay en que se vaya haciendo un proyecto. Se nos dijo hace tres años y medio que se iba a hacer una comisión para ir dilucidando estas cuestiones. Hace casi tres años, el señor alcalde, algunos de sus técnicos y concejales vinieron a la Universidad Pablo de Olavide para reunirse con investigadores, profesores, expertos en tipos de residencias, una reunión que se la proporcionó la Plataforma. Se habló de los tipos de residencias, hay que hacer una residencia sostenible, eficiente, tenemos la ventaja de que como hay tantos metros se puede hacer una residencia con zonas de expansión, acorde con las necesidades de ahora para dar respuesta a varias situaciones como personas que no quieren vivir en un grupo amplio, pero sobre todo, hace falta para personas mayores dependientes o casi dependientes. Infraestructuras que puedan dar respuesta a la complejidad de salud que tiene la dependencia. Últimamente se dice que los mayores están mejor en sus casas, han descubierto América, ¡pues claro! Pero la gran mayoría, cuando sale de su casa, es porque si tienen Ayuda a Domicilio, este recurso es muy limitado. Lo máximo que tienen los grandes dependientes son 70 horas al mes, las personas que necesitan cuidados continuos no tienen su vida solucionada con este recurso porque es insuficiente. Luego, hay tres opciones: se ocupa la familia; se puede pagar 24 horas una asistencia, para lo que se necesitan recursos económicos; o se van a una residencia. Hace años las personas mayores se iban a las residencias en una situación en la que podían valerse por sí mismas, ahora se van cuando ya no pueden aguantar más y necesitan una atención constante. Por qué sucede esto, porque no pueden pagar una plaza en una residencia privada por lo que aguantan lo máxima en sus hogares. Nos guste o no, esa es la realidad. 

Lo que nosotros pedimos es que si se llega a hacer sea un centro residencial digno, no vamos a entrar en qué tipo de residencias, pero las hay maravillosas basadas en unas metodologías y formas de hacer que permiten fomentar la independencia, la cercanía, y, por supuesto, dotadas para atender la complejidad de esta situación. Lo que no sería digno es que para tapar bocas y contentar a la población se salga con un sucedáneo para que, con pocos recursos y poco esfuerzo, se pueda salir del paso. 

P: ¿Por qué dice eso? ¿Tienen noticias de que pueda pasar algo parecido?

R: No es que tenga noticias, pero existe ese riesgo. No estaría mal recordar que necesitamos un centro residencial acorde a las necesidades de nuestros mayores y ya que tenemos once mil metros, no los metamos en cuatro metros cuadrados. Hagamos un centro residencial amplio, sostenible, dotado de todo lo que necesitan los mayores. 

P: ¿Se sienten utilizados como Plataforma? Lo digo porque no hace tanto que viajaban con ustedes a Sevilla a reclamar mejoras en la Ley de la Dependencia y ahora parece que el ‘feeling’ ha desaparecido. 

R: No, utilizados no porque no hemos ido nunca al compás que ningún político nos ha marcado, hemos hecho lo que creemos que tenemos que hacer independientemente de quien esté en el gobierno. Lo que estamos es sorprendidos de que el señor alcalde y otros políticos cuando fuimos a Sevilla venían en la cabecera de la manifestación, alababan nuestra labor y ahora ya la Plataforma no es nada, no hay que escucharla, ya nos tacha de que somos cuatro gatos. Ahora somos cuatro gatos, pero cuando íbamos a la puerta de San Telmo a decirle a la presidenta Díaz lo que teníamos que decirle éramos maravillosos. Esto es una vergüenza. Lo que está ocurriendo es lamentable, pero es que roza lo vergonzoso. No se puede decir a la población y a nuestros mayores a pocos días de unas elecciones municipales, este centro residencial lo voy a hacer yo si entro a gobernar, que es lo mismo que decir votadme para que lo haga. Y tres años y medio después, si te he visto no me acuerdo. No solo es que no se haya hecho, es que no se dan explicaciones. Y ahora los argumentos que se dan es que es un proyecto muy caros y qué vamos a hacer con las plazas concertadas, en lugar de buscar recursos y luchar por esas plazas concertadas. Eso es lo que esperábamos. 

P: Ese tirón de orejas, ¿lo extrapola a la ciudadanía? Porque tampoco es que las concentraciones sean masivas. 

R: Sí, es lamentable. Cuando hemos recogido firmas, en las redes, la gente apoya, está de acuerdo con esta demanda, pero a la hora de implicarse activamente no se hace presencia. No sé si las personas creen que la residencia nos va a caer del cielo o es que no confían en que se vaya a hacer. No lo sé. Pero sí le digo que si este centro residencial no se hace dentro de muy pocos años nos vamos a lamentar. Ya hay más de 3.000 personas mayores de 65 años en Pozoblanco, casi un 18 por ciento de la población, la población mayor de 80 años ha crecido exponencialmente, pero en base a los datos de los que disponemos dentro de 5 años esos números crecerán. La Ley de la Dependencia está bien, pero es limitada, es un apoyo inicial, pero cuando se entra en una situación de dependencia total es insuficiente, si no tenemos esa residencia van a tener que irse a otras residencias de fuera. El año pasado había más de 50 personas en lista de espera en las residencias de Pozoblanco. No entiendo tampoco cómo no se ha luchado por más plazas concertadas para Pozoblanco. 

P: ¿Qué le parecen las últimas declaraciones realizadas por el alcalde en relación a la construcción de la residencia? 

R: Nos sorprende que se fije en los fracasos de otros y no en los éxitos, en aquellos municipios que sí han sido capaces de sacar adelante una residencia pública con plazas concertadas. Es curioso.