El grupo municipal del PSOE de Torrecampo no pasa por sus mejores momentos lo que se ha traducido en la no aprobación de las cuentas municipales para el ejercicio 2021. Para entender que la mayoría absoluta socialista no fuera suficiente para aprobar el presupuesto hay que explicar que dos concejalas del PSOE decidieron abandonar la sesión plenaria argumentando como causa principal el expediente que la alcaldesa, Francisca Alamillo, tiene abierto por el PSOE tras haber sido vacunada contra el Covid-19. Además, también entra en juego un decreto de alcaldía con cese de funciones de una de las concejalas que dejó la sesión plenaria. La rocambolesca historia ha sido contada por la propia alcaldesa en sus redes sociales, una historia a la que no le falta de nada porque se habla de presiones, de intereses particulares y de ceses

Alamillo asegura en su escrito en redes sociales que desde el pasado mes de mayo soporta «presiones para que tome decisiones partidistas pensando en los intereses personales de algunas familias». Unas presiones que se entiende que estaría recibiendo de sus propias compañeras ya que prosigue indicando que «el día 17 de enero aprovecharon el tema de la vacunación, para poder atacarme personalmente, ya que no accedía a sus presiones, escribieron un comunicado hablando en nombre de la ejecutiva y de la agrupación del PSOE de Torrecampo, cuando yo soy la que tiene que convocar a dicha ejecutiva y redactar el acta. Y no se me convocó ni a mí ni a la militancia, ellos decidieron y escribieron, y a la semana siguiente se presentaron en Córdoba a exigirle al provincial que me obligaran a dimitir». 

El relato de la alcaldesa prosigue indicando que en aquella misma semana los compañeros a nivel comarcal le ofrecieron su apoyo, a excepción de la secretaria general del PSOE de Torrecampo, Sebastiana Calero, una de las concejalas que dejó la sesión. El siguiente paso fue la firma de un decreto de alcaldía donde Alamillo cesaba a Calero como teniente de alcalde y la dejaba fuera de la Junta de Gobierno, nombrando en su lugar a Francisco Romero argumentando que «quiero trabajar con gente de mi absoluta confianza que piense en Torrecampo y no en intereses partidistas». Ese decreto tuvo otra respuesta, la dimisión de todas sus funciones y delegaciones de Sebastiana Calero y también de Paqui Cantador, que se unió a su compañera protagonizando el abandono del pleno

Las explicaciones de las ediles socialistas

Hasta aquí llegan las explicaciones de Alamillo, pero ¿qué argumentaron las concejalas que abandonaron el pleno? En un escrito leído antes de dejar el salón de plenos, se argumentó que el cese de algunas de sus funciones no llega por una pérdida de confianza, sino por «intentar acabar con cualquier atisbo de autocrítica intentando mermar nuestra capacidad para expresar lo que pensamos». El escrito se adentra posteriormente al expediente abierto por el PSOE a la alcaldesa con una baja cautelar de militancia y una exigencia de dimisión ante «la que seguimos esperando respuesta». Una situación que lleva a las dos ediles a afirmar que «en coherencia con nuestros principios y los de nuestro partido mientras esta cuestión no esté aclarada no podemos tomar ninguna determinación bajo las siglas que nos representan».