Nadie que estuviera en la estación del AVE Villanueva de Córdoba-Los Pedroches el 29 de marzo de 2014 podrá olvidar ese día. Nadie. Fue un día de alegría colectiva, de emociones desbordadas, de captar una imagen histórica: la de la parada del AVE en Los Pedroches. Dos años en los que las expectativas de utilización de los servicios se han superado, dos años en los que los ciudadanos de Los Pedroches estamos algo mejor conectados. Sin embargo, después de 730 días las banderolas rojas reivindicativas no se han podido guardar como un bonito recuerdo y se siguen ondeando para que la oferta se adecue a la demanda.

Y es que después de este periodo de tiempo, la conexión con Málaga se ha perdido, los horarios siguen siendo «insuficientes» por estar establecidos a primera y última hora, sin trenes intermedios y el precio de los billetes se encarece al no parar lanzaderas. A todas estas demandas, que se siguen reivindicando, hay que sumar las dificultades para encontrar billetes que una y otra vez se han denunciado y las dificultades de conexión con la estación. Dos años después, hay paradas pero las demandas no cesan.

Ante todo esto, ¿qué? La presidenta de la Plataforma ‘Que Pare el Tren’, Daría Romero, no ha dudado en afirmar una y otra vez que debajo de todas las decisiones subyace el deseo de «dejar morir» una estación. En las diferentes reuniones mantenidas se ha podido ver también el hastío de unos ciudadanos que se han cansado de llamar a puertas y que vienen encontrando promesas de estudio, poco más. Unas promesas que quedan diluidas por la continua campaña electoral en la que nos andamos inmersos desde el mes de diciembre.

Con todo, la resistencia está ahí y las reuniones con diferentes grupos políticos, la última con Podemos, se siguen produciendo para intentar que paren más trenes, que no haya problemas con los billetes, que paren las lanzaderas para bajar los precios y un largo etcétera. Cuando se habla de la estación de Los Pedroches sobrevuela la sospecha de las estaciones ‘fantasmas’ que se han construido en muchos lugares de España pero, ¿cuántas veces se tiene en cuenta la rentabilidad social de una estación que acerca una comarca que tanto lo necesita? Dos años después, las banderolas rojas siguen estando presentes en Los Pedroches. Y lo que queda.