Queda poco para que el curso escolar eche el cierre y los colegios pierdan el bullicio de sus aulas, pero todavía hay tiempo para que el alumnado exponga algunas de las actividades realizadas durante estos meses. Y eso es lo que ha hecho hoy el alumnado del CEIP Virgen de las Cruces de El Guijo, de la mano del profesorado, sacando a la calle la exposición fotográfica en la que han trabajado y a través de la que han reivindicado la igualdad de oportunidades en el mercado laboral entre hombres y mujeres. Unas fotografías que se enmarcan dentro de la prevención de la violencia de género en conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. 

Las fotografías han sido expuestas en la Plaza de la Constitución de la localidad, imágenes captadas por Miguel Coleto y Antonio Jesús Dueñas y que reflejan al alumnado ejerciendo las profesiones del ámbito administrativo, social y empresarial que se desarrollan en El Guijo. Niños y niñas afrontando los cuidados a mayores, las tareas del campo, labores administrativas, en la hostelería o en la administración. Todo de la mano, trabajando conjuntamente y reivindicando la igualdad de oportunidades para ellos y para ellas. 

El alumnado ha celebrado con alegría la acogida de la exposición, una inauguración que ha sido seguida por madres, padres y abuelos que se han querido acercar, pero los momentos más divertidos se han producido cuando el alumnado se reconocía en las fotografías. Unos a otros se llamaban para enseñarse cómo salían compartiendo experiencias y emociones, todos ataviados con camisetas rosas que rezaba «No puede haber mayor regalo que el de dar tiempo y energía para ayudar a los demás sin esperar nada a cambio», de Nelson Mandela. 

Luego, de la mano del profesorado, han contado lo que para ellos ha significado este trabajo y exposición resaltando la capacidad de abordar cuestiones tan importantes como la prevención en violencia de género. Para culminar la actividad, y después de cantar y bailar para quienes han acudido a la cita, el alumnado ha vendido chapas cuya recaudación irá a Burkina Faso, para ayudar al proyecto educativo del misionero salesiano César Fernández asesinado en África en 2019.