La Asociación de Padres y Madres del CEIP Virgen de Luna de Pozoblanco se ha cansado de esperar y ha hecho pública una de las demandas que viene arrastrando desde hace muchos años, el arreglo de uno de los patios del centro escolar por encontrarse en un lamentable estado. Tierra, piedras, socavones, el barrizal en el que se convierte cuando hay lluvias y el hecho de que algunos alumnos hayan sufrido lesiones en estos espacios han llevado al AMPA a hacer pública su demanda. 

Las actuaciones, que se evidencian como necesarias, se vienen demorando porque en un principio parece no estar claro a la administración que correspondería el arreglo. Desde el Ayuntamiento de la localidad, en las primeras reuniones mantenidas, se indicaba que era competencia de la Junta, mientras que la Administración andaluza reconocía este hecho apuntando que solo se puede cimentar un patio por colegio público, según apuntan a este periódico desde el AMPA, y el CEIP Virgen de Luna ya tiene uno. 

Ángela García es secretaria del AMPA y conoce el proceso reivindicativo por lo que apunta que «en las últimas conversaciones no estaba del todo claro que registralmente no perteneciera al Ayuntamiento, por lo que le propusimos que como el patio en cuestión está en la parte de arriba del colegio y se puede cerrar lo convirtieran en un espacio que por las tardes pudiera ser utilizado por los jóvenes del barrio». Sin embargo, el hecho de que no estuviera del todo a quién corresponde ese espacio ha frenado cualquier inversión. 

La situación ha llegado hasta tal punto, sin décadas de mejora en esta zona del centro, que el propio AMPA buscó presupuestos con resultados inviables por su alto coste ya que no se trata tan sólo de cimentar, sino que hay que levantar el terreno para adecuar las instalaciones. «Hemos esperado porque se nos pidió, pero recientemente un alumno tuvo otro accidente y hemos decidido dar este paso porque es necesaria esta actuación. Estamos en diciembre y no se ha hecho nada», indica García. 

La situación este año, con la separación de los grupos burbuja y la utilización de los espacios por el Covid-19, ha provocado que los espacios con tierra sean rotativos para el alumnado de los diferentes cursos.