Los aledaños de la Plaza de la Constitución de El Viso empezaron a tener un inusitado trasiego media hora antes del estreno del Auto Sacramental de los Reyes Magos. Entrada en mano y buscando su lugar en el graderío, quienes no quisieron perderse la primera función, comprobaron de primera mano -o se reencontraron- con un impresionante escenario donde desde el primer minuto se dejó ver la Coral de la Peña Cultural de los Reyes Magos, parte fundamental de todo el montaje. El Palacio de Herodes, el Mercado, la carpintería, el mesón, la posada o el pesebre conformaron la unidad escénica donde se desarrolló un Auto Sacramental que volvió tras la ausencia obligada. Ni el inicial retraso, debido al acomodo de los espectadores, mermó las ganas y la ilusión del pueblo viseño por ver una representación que nace y se desarrolla desde lo colectivo.

Esa parte de lo colectivo se dejó notar desde el primer minuto porque con el primer villancico de la Coral hicieron acto de presencia cada uno de los intérpretes, viseños y viseñas que durante unos meses ponen su tiempo y esfuerzo para mantener una tradición que acumula más de dos siglos de historia. Una tradición que con el tiempo suma nuevos elementos y que se sirve de las nuevas tecnologías para hacerla más vistosa a nivel, especialmente, de iluminación. Otro de los aspectos que se dejó notar desde el inicio de un Auto dirigido por José Rafael López Pizarrón, que en esta edición introdujo un video mapping antes de dar inicio a la representación en sí y que el color, a través del vestuario, fuese una parte más del decorado. Un vestuario que otra pieza clave de la identificación del pueblo con esta representación, ya que muchas de las piezas son bordadas por las familias de los actores y actrices por unos días.

 

La caballería con Herodes al frente y su entrada al majestuoso palacio fue el preámbulo para que se iniciase una representación que tuvo su primera escena en la Anunciación. Luego la obra fue dejando a María y José como protagonistas, a esa búsqueda de posada y a la falta de solidaridad y empatía de quienes pudieron darle posada. Ese fue su camino hasta un “portal angosto” donde está llamado a nacer Jesús. Los villancicos siguieron sonando a modo de transición entre escenas, momentos que sirvieron también para ver a otros personajes como los pastores, grandes y pequeños, aludiendo a la noche fría, elemento común con la realidad. Así, fueron entrando en escena la casi treintena de personajes principales, adentrando al espectador de igual modo en las escenas de baile -siempre esperadas y espectaculares por la propia danza, la música y el vestuario del casi centenar de personas que salen a escena- y que encuentran su colofón con la presencia de Melchor, Gaspar y Baltasar. Es uno de los momentos más esperados del Auto Sacramental, la entrega del oro, el incienso y la mirra. Ahí el arraigo y el compromiso del pueblo viseño alcanza sus cotas más altas y la obra llega a su cúspide.

Una obra, en definitiva, que evidencia la experiencia acumulada ya que al texto original se han ido incorporando modificaciones y añadidos. Un texto original que es una adaptación de distintos actos de la obra del sacerdote malagueño Gaspar Fernández Ávila titulada “La infancia de Jesús Cristo”, que data de 1784. El Auto Sacramental podrá verse hoy 6 de enero a las 12:00 y a las 20:00 horas, mismos horarios previstos para las representaciones del día 7 de enero. Finalmente, el domingo día 8 habrá una única puesta en escena a las 12:00 horas. Además, para quienes no puedan desplazarse hasta El Viso habrá la opción de disfrutar de esta obra siguiendo las representaciones del día 7 por la página de Facebook del Auto Sacramental y el canal de Youtube, una forma de abrir y acercar más el poder conocer esta tradición que se celebra cada cuatro años en la localidad de Los Pedroches.

  

*Fotografías: Comunicación Auto Sacramental Reyes Magos