El matadero comarcal de Villanueva de Córdoba sigue buscando el camino para su reactivación después de un largo periplo que comenzó en 2015 con el cierre de la infraestructura por el estado de las instalaciones. Después de una importante inversión, la actividad no ha podido reanudarse al ritmo necesario y ahora el Ayuntamiento de la localidad, en su afán de recuperar la actividad y permitir la puesta en marcha de la línea de sacrificio de porcino, ha solicitado una subvención excepcional a la Junta de Andalucía que venga a suponer una inyección económica para resolver los problemas existentes en la actualidad. Una solicitud que llega amparada en un minucioso informe técnico que hace un recorrido por la situación del matadero de ámbito comarcal, pero también el impacto económico que conllevaría su puesta en marcha y las pérdidas que acarrearía su cierre definitivo.

La subvención solicitada por el Ayuntamiento jarote asciende a 361.239,84 euros, una inversión que iría destinada a dotar a la zona de sacrificio de porcino de las condiciones adecuadas para alcanzar un ritmo de sacrificio de 500 cerdos en una jornada de 8 horas. Además, se pide también una partida para adecuar el pavimento de la zona e instalar uno que sea de fácil limpieza y desinfección, así como para una evacuación de agua superficial adecuada, atendiendo a la actividad que se va a desarrollar. De esta forma, en la memoria económica del proyecto se especifica que el gasto en maquinaria, modificaciones necesarias y puesta en marcha del matadero ascendería a algo más de 268.000 euros, mientras que los otros 93.000 euros restantes irían destinados a la reparación y consolidación del pavimento.

Antes de llegar a cuantificar el importe que debe alcanzar esta “subvención excepcional”, el informe técnico aportado por el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, que está fechado en noviembre de este mismo año, se adentra en el impacto económico que tendría la puesta en marcha de esta infraestructura para el municipio. Todo ello contextualizado en una comarca cuya principal fuente de riqueza es la ganadería extensiva y donde el ecosistema de dehesa se abre paso tanto a nivel medioambiental como económico. En este sentido, fue a finales de la década de los ochenta y ante el déficit de mataderos en Los Pedroches cuando se construyó el matadero comarcal por iniciativa del Consistorio jarote, lo que “sirvió de germen” para que empezaran a nacer empresas del sector agroalimentario centradas en la comercialización del jamón ibérico y los derivados del cerdo. El Matadero se convirtió en un referente en la zona hasta el año 2015, fecha en la que la situación de las instalaciones llevó a su cierre.

Cifras y generación de empleo

A todo esto, hay que unir la irrupción de la Denominación de Origen Los Pedroches (DOP) que no es algo baladí ya que esta DO obliga al sacrificio en el propio territorio. En la actualidad, es el matadero de Covap el que asume un alto volumen de sacrificios que provoca que muchos ganaderos no encuentren una fecha adecuada para tal fin. Según las cifras aportadas, en los últimos tres años se han sacrificado al amparo de la DO entre 72.000 y 75.000 cerdos de raza ibérica. El informe técnico detalla que la falta de capacidad de sacrificio en el territorio ha provocado que entre los años 2016 y 2020 algunos operadores inscritos en el Consejo Regulador se hayan visto obligados a realizar los sacrificios correspondientes a casi cinco mil cerdos ibéricos en mataderos autorizados de manera circunstancial. Es por ello que se cifran las pérdidas económicas para el sector en no menos del 10 por ciento del total del valor de la producción amparada bajo la DO, lo que se traduce en más de 900.000 euros anuales. A eso se añade el impacto de animales no acogidos a la DOP que también son sacrificados fuera de la comarca, especialmente en Salamanca, sin que el beneficio revierta en la comarca. En este sentido, se hace hincapié en la capacidad que tendría el matadero para absorber gran parte de las más de 150.000 unidades de porcino que actualmente son enviadas a otras zonas de producción.

Este compendio de cifras y análisis lleva al Ayuntamiento a cifrar en algo más de 4,5 millones de euros las pérdidas que conllevaría la no concesión de la subvención solicitada. Una cantidad que se alcanzaría tras sumar los 900.000 euros de la producción amparada bajo la DO Los Pedroches; los 960.000 euros del transporte de animales para su sacrificio; los 872.950,94 euros en los que se cifra la masa salarial de los puestos de trabajo directos e indirectos que generaría esta infraestructura; y la cantidad más importante, los más de 1,8 millones de euros de recursos públicos invertidos hasta la fecha.

El otro puntal para la puesta en funcionamiento del matadero comarcal es su impacto social o, lo que es lo mismo, su capacidad para generar puestos de tierra en una zona donde es más que necesario. El informe detalla que los puestos de trabajo directos alcanzarían el medio centenar, a lo que hay que sumar los puestos de trabajo indirectos que se derivarían de empresas de limpieza, desinfección o gestión de residuos. En este punto, se estipula que esos puestos indirectos podrían alcanzar el 20 por ciento de los directos. Sumando ambos conceptos se alcanzaría la masa salarial antes mencionada y que rondaría los 900.000 euros. “El incremento de la disponibilidad de despiece de productos ibéricos irá acompañado de una mayor capacidad de industriales para la transformación y comercialización de estos productos en el territorio”, se especifica. Esta cuestión se une a una de las necesidades vitales de la comarca de Los Pedroches, la fijación de población al territorio lo que permitiría ayudar a frenar en cierta parte el proceso de despoblación.

Por último, y también hablando de futuro, el informe pone sobre la mesa el hecho que desde hace algunos años en la localidad se imparten ciclos formativos relacionados con la elaboración de productos alimentarios que reciben a alumnado procedente de toda Andalucía. La apertura de las instalaciones del matadero permitiría que este alumnado se formara en una actividad, como es la del despiece, con mucha demanda ante la falta de profesionales cualificados. Un hecho que estaría íntimamente ligado con que la población joven encontrara oportunidades de trabajo en el territorio, otro de los déficits que tiene Los Pedroches