Aunque los tiempos estén cambiando y con ellos el peso de las zonas comerciales, la calle Mayor de Pozoblanco sigue concitando interés cuando se habla de comercio local. Entre los negocios que se reúnen en ese eje aparece la Papelería-Librería Ángel López que recuerda en su cartel de bienvenida que se trata de una Casa Fundada en 1894. Nadie es ajeno a las dificultades por las que atraviesa el comercio local y los problemas para mantener negocios haciendo frente a los cambios que impone el paso del tiempo, por ello es de destacar que ese negocio que nació en 1894 y que ha variado hasta llegar a la actualidad cumpla a lo largo de este año 125 años de historia. Y por esta efeméride nos adentramos en un lugar que esconde tantas letras como secretos. 

El origen de este negocio tiene un nombre propio, Pedro López Pozo, persona que dio vida a la primitiva Imprenta López, parte imprescindible para entender la historia no sólo de este negocio, sino del mundo de la comunicación de Pozoblanco y de Los Pedroches. Entre las publicaciones que fueron editadas e impresas bajo el sello de la Imprenta López se encuentra el periódico más reconocido de cuantos se han publicado en la zona, «El Cronista del Valle«. Un semanario cuya reciente digitalización permite conocer más de cerca la propia historia de la comarca de Los Pedroches. La biografía de Pedro López Pozo es el primer punto interés en una historia que habla de una persona que apenas sabía leer y escribir, pero que aprendió para poder adquirir la imprenta. 

El relevo de López Pozo lo tomaron sus dos hijos, Pedro López y Ángel López, y pasado el tiempo la primigenia imprenta acabó separada en dos negocios, la imprenta y la papelería. Aunque alejada indudablemente de esos primeros años, la papelería ha resistido el paso del tiempo y hoy en día está regentada por las nietas de Ángel López, que mantienen el negocio familiar después de haber aprendido del abuelo y el padre. Entre esas paredes, Conchi, Dori y Ana aprendieron el oficio, se fueron familiarizando con los pedidos, con los libros y fueron testigos de los múltiples momentos de charlas y debates que se concitaban en el lugar. 

Las circunstancias personales llevaron a estas tres mujeres a dar continuidad a un negocio que presume de longevidad hoy en día, de eso hace ya tres décadas. A fuerza de diversificación, modernización y creatividad han ido sumando para que el negocio siga en pie, todo ello a pesar de las dificultades. Atrás quedan los años donde la publicación literaria era muy reducida y donde el material de papelería y de oficina se ceñía a lo básico. Ahora la variedad es amplia y por ello requiere un constante aprendizaje y puesta al día de las novedades. ¿Quién no se ha paseado por la papelería-librería en busca de una recomendación bien para lectura propia o para regalar un libro? 

Ese es uno de los encantos, el trato con el cliente, que sigue perviviendo en un negocio que se mantiene en pie a pesar de que la ola que trae consigo los nuevos tiempos esté llevando a muchas librerías históricas al cierre. La Papelería-Librería Ángel López es, por tanto, un fijo en el paisaje comercial pozoalbense, un negocio que lleva 125 años presente en la vida de la localidad y que lleva escribiendo su propio libro, como otros tantos que encierran esas paredes.