Los alcaldes de Los Pedroches y el Guadiato se han reunido en la mañana de hoy martes para conocer el plan de contingencia que Emproacsa ha diseñado tras la declaración del agua como no apta para el consumo. Un plan que contempla abastecer a 72.000 habitantes a través de 16 camiones cisterna que llegarán a diario a 27 municipios y 14 aldeas. El presidente de Emproacsa, Esteban Morales, ha sido el encargado de desgranar los detalles de ese plan de contingencia que tendrá un coste de 18.000 euros al día. Uno de los datos más interesantes que se ha podido conocer durante la comparencia ante la prensa de Morales es que se espera que los tratamientos que se están aplicando den sus frutos «antes de que el verano se nos eche encima, junio, julio tengamos un resultado totalmente controlado de ese indicador de Carbono Orgánico Total (COT)». 

El Plan establecido contempla tres rutas, comenzará mañana miércoles, que irán variando en función de los diferentes municipios pero las horas establecidas para la recogida de agua se distribuirán en tres tramos: de 10:00 a 13:30 horas; de 14:00 a 16:00 horas y de 16:30 a 19:30 horas. La procedencia del agua potable también ha sido desvelada y llegará desde Montoro y Villafranca de Córdoba y Villaharta-El Vacar (embalse de Puente Nuevo) ya que son las estaciones potabilizadoras que posee Emproacsa. Morales ha agradecido el ofrecimiento del alcalde de Córdoba para que se pudiera coger agua de los depósitos municipales de la capital pero por una cuestión de logística y distancia se ha declinado ese ofrecimiento. En el caso de Pozoblanco, con Aqualia como empresa que gestiona el agua, el agua llegará de la potabilizadora que tiene la empresa en Peñaflor (Sevilla). 

Ahora, la ciudadanía tendrá que ser informada de los diferentes puntos de recogida que establezcan los ayuntamientos para recoger la cantidad de agua diaria establecida. Mientras todo eso sucede, Morales ha indicado que desde el inicio del trasvase se han realizado análisis con más de 30 miligramos de carbono activo por litro llegando a rebajar ese número a nueve, aunque el límite legal lo establece en siete, razón por la cual se declaró el agua como no apta para el consumo. Ahora, con tratamiento con ozono, el objetivo es llegar a ese límite cuanto antes para que se pueda volver a autorizar el consumo de agua.