Un Plan Director de Arbolado, eso es lo que se aprobó el pasado martes en el pleno del Ayuntamiento de Pozoblanco, pero ¿qué implica este Plan? ¿De dónde parte y hacia donde va? Hoyaldia ha tenido acceso a un documento cuya dirección técnica y coordinación corresponde a Javier Fernández Aranda y que recoge un amplio estudio que parte del estado actual del arbolado de la localidad a través de un inventario, los problemas y anomalías que presentan las zonas verdes, así como las causas y las soluciones. Una de las partes más interesantes del documento es la que aborda la infraestructura verde en Pozoblanco y el plan de acción para su consecución.

En lo primero que se adentra el documento es el inventario con una densidad arbórea de la localidad que habla de 1.026 unidades de arbolado en alineación y 1.557 unidades en zonas verdes, jardines, parques, elementos viarios y otros, lo que suma un total de 2.583 unidades de arbolado. Los ratios técnicos hablan de una superficie verde urbana de 8 metros cuadrados o de 6 unidades de árboles por cada 100 habitantes. En cuanto a la biodiversidad, se ha contabilizado cerca de 28 especies siendo el Ligustrum japonicum -una especie de aligustre- la más presente con el 63,76 por ciento del total, seguida del plátano de sombra (6,24 por ciento). El resto de especies supone una proporción inferior al 5 por ciento. En lo que respecta a su distribución se especifica que «no existe una infraestructura verde urbana, sino un conjunto de elementos verdes fragmentados y dispersos sin aparente conexión entre sí, hecho que dificulta la interconexión». 

Ese es el punto de partida en cuanto al inventario, ante lo que se hace un exhaustivo estudio de los problemas y anomalías que esas zonas presentan. El problema que acapara un mayor porcentaje (39,67 por ciento) hace mención a los conflictos con las fachadas por una distancia de plantación insuficiente; mientras que el 9,45 por ciento presentan patologías estructurales y biológicas de riesgo. Finalmente, se expone que el 6,73 por ciento de la arboleda tiene conflicto con la iluminación viaria y un 2,83 por ciento lo presenta con la señalización viaria. «La mayoría de las causas de las anomalías del arbolado viario se deben a un espacio de plantación inadecuado (tamaño y situación de los alcorques) y a la baja idoneidad de las especies utilizadas», se afirma en el estudio. 

Las conclusiones, por tanto, llevan a hablar de la inexistencia de espacios naturalizados y de conectividad entre las zonas verdes que puedan generar una infraestructura verde. Además, se destaca que el arbolado viario es tratado constantemente con podas por lo que no se aprovecha el potencial de este arbolado en el medio urbano como generador de sombra, absorción de carbono, reducción de ruido y creación de microclimas. También se especifica que los datos arrojan que casi un 10 por ciento del arbolado viario presenta una inclinación peligrosa para su estabilidad. 

Estrategia de implantación de la Infraestructura Verde Urbana

El plan está enfocado a la implantación de una infraestructura verde urbana que también se aborda y de la que se especifica que requiere una visión a largo plazo -20 años-. Para ello se persiguen objetivos como disponer de un arbolado que constituya una verdadera infraestructura verde que permita la conectividad con el entorno; disponer de un arbolado biodiverso; conseguir una buena convivencia entre ciudadanos y árboles o integrar la infraestructura verde en las superficies industriales existentes.

Para conseguir esos retos se exponen hasta siete líneas estratégicas con sus acciones correspondientes. Una primera línea sobre biodiversidad urbana, una segunda sobre servicios ecosistémicos, una tercera sobre gobernanza y comunicación de la biodiversidad, mientras que la cuarta línea versaría sobre el material vegetal y la plantación. Estas líneas finalizarían con una sobre la poda y la seguridad; con la relativa al suelo; y, por último, con la que concierte al agua y la gestión sostenible de este recurso.