La afición del Pozoblanco tendrá el domingo la oportunidad de ver los cambios que ha provocado la llegada de Emilio Fajardo al banquillo de su equipo. Aunque debutó ante La Palma, lo cierto es que el técnico cataloga el partido ante el Gerena como “casi un debut” porque llega a esa cita liguera con más tiempo para aplicar sus ideas, con más horas de trabajo con sus jugadores y sin los escuetos tiempos que tuvo que afrontar tras la marcha de Javi Moreno. A la presentación ante su nueva afición llega con el sabor agridulce de un empate, pero a sabiendas de que su concepto futbolístico ya está calando en su plantilla. 

“Estamos deseando hacer bueno ese empate, como se suele decir”, indicó el técnico que detalló que “es cierto que deja un sabor agridulce porque fuimos por delante el 85 por ciento del partido y analizando el choque fuimos muy superiores en la primera parte, nos pudimos llevar un resultado más abultado, luego es cierto que acabamos defendiendo más”. También habló el entrenador de los cambios en el esquema y en la forma de juego que ya se dejó ver en Huelva principalmente por la exigencia en el ritmo que busca en sus equipos.

“Exijo un ritmo muy algo sin balón, aguantamos 45 minutos a ese ritmo y ahora el objetivo es llegar a los 65 minutos y luego ponernos como meta los 75-80 minutos. Con ese ritmo en 65 minutos tendremos más ocasiones y podremos materializar alguna de ellas”, expuso. Para alcanzar ese objetivo, el entrenador ha dado continuidad al trabajo realizado en los pocos días que tuvo la semana y volvió a destacar “la predisposición y las ganas de trabajar” de la plantilla. “Ahora ya se empiezan a trabajar más los conceptos, las ideas con más tranquilidad, aunque los jugadores me siguen demostrando que se quieren ganar el puesto desde el minuto uno y eso es una alegría para el entrenador”, precisó.

Ese estilo intentará aplicarlo ante un Gerena que “va a querer manejar el balón, que tiene buen sentido del balón, con un mediocentro contrastado al que le gusta manejar el partido y que no vamos a descubrir ahora, nosotros tendremos que intentar que entre lo menos posible en contacto con el balón. Además, tiene jugadores muy versátiles”. El equipo llega después de una semana de descanso tras haber activado el protocolo Covid por un positivo en su plantilla lo que condujo a la suspensión del choque que le iba a enfrentar al Utrera. 

Para ese partido, el técnico no podrá contar con Carlos Moreno ya que el jugador se ha resentido de una lesión. La enfermería la completa Brian, del que se está pendiente de su evolución. Para suplir estas bajas, el entrenador viene trabajando con cuatro juveniles y cuenta también con la última incorporación del equipo, Miguel Cancelo, un jugador con el que ya coincidió en la cantera del Betis y hacia el que tuvo buenas palabras porque “es un futbolista que está deseoso de demostrar lo que vale”.