Enfrentarse a lo desconocido no siempre es fácil y afrontar el periodo, incierto, que tenemos por delante motivado por la crisis sanitaria del coronavirus abre un abanico de sensaciones que se pueden intensificar con el paso de los días. ¿Cómo se deben afrontar estos días? ¿Qué debemos hacer para reducir el impacto del confinamiento? ¿Qué actitud tenemos que plasmar ante la situación? ¿Es bueno establecerse unas rutinas? Estas son algunas de las preguntas que en los últimos días se habrán hecho miles de personas, a todas ellas da respuesta Rafael Muñoz, psicólogo del Área Sanitaria Norte de Córdoba que nos ofrece algunas claves para cuidar nuestra salud, la física y la mental. 

Rafael Muñoz incide en primer lugar que «hay que tener muy claro que las reacciones que tengamos estos días son normales dentro de una situación anormal. Algunas personas tenderán a venirse abajo, a sentirse agobiadas, a estar irascibles… Todo ello son reacciones de ansiedad que son normales dentro de la situación anormal que vivimos. Esta es una situación que la inmensa mayoría de personas no la conocemos, pero tenemos que tener la convicción de que es algo que estamos haciendo porque es positivo para nuestra salud, porque estamos preservando nuestra salud». Por ello, tenemos que ver esas reacciones en el contexto determinado en el que se están produciendo y «no decir que se nos va de las manos o que es algo grave, debemos verlas como reacciones normales porque de lo contrario se tienden a agravar». 

Para el psicólogo «es vital» que la convicción de la que hablábamos sea fuerte, además de colectiva. «La idea de que esto es para preservar nuestra salud es vital, hay que ser conscientes de que hay razones para hacerlo, razones que tienen que ver conmigo mismo y con la salud de los míos, también con la de todo el país», explica. A partir de ahí, invita a seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y también las «recomendaciones del sentido común» que aconseja aplicar, por ejemplo, a la alimentación: si nos movemos menos y consumimos menos energía, es conveniente comer algo menos. 

Pero, ¿qué podemos hacer para conseguir reducir las sensaciones negativas? «Hay muchas cosas que podemos hacer, la primera tener en nuestra cabeza el pensamiento de que lo que hagamos es para mejorar nuestra salud. Tenemos una oportunidad de crecer, los humanos estamos en todos los lugares del mundo porque tenemos una gran capacidad de sobreponernos, de aprender de situaciones extremas. Tenemos que confiar en nosotros, aprender a vivir de forma diferente», prosigue. En este punto, el psicólogo apela a la confianza de que «somos capaces de superar esto porque es que lo somos y a partir de ahí tenemos que pensar el tiempo tan bonito que nos prestan. Siempre nos quejamos de que no tenemos tiempo para estar con los niños, para escuchar música, para leer los libros acumulados que tenemos, ahora tenemos tiempo, nos están regalando tiempo». 

Reflexionar, meditar o trabajar con las emociones son algunas de las cuestiones que recomienda para aprovechar ese tiempo, pero también el aprender. Unas recomendaciones a las que Rafael Muñoz añade el «no pasarse de noticias porque acabamos envolviéndonos en una maraña de miedos, de informaciones que nos intoxican. Lo recomendable es estar informado de la evolución de la enfermedad, de las medidas que se van tomando y de las cuestiones relativas a lo que podemos y no podemos hacer, el resto es crear ansiedad innecesaria». Además, el profesional médico aconseja evitar que esas informaciones se consuman en horario nocturno. 

De manera práctica, Rafael Muñoz defiende la importancia de mantener una rutina en la medida de lo posible. Buscar las opciones para hacer deporte, para seguir con las aficiones y mantener una rutina de horarios que a la hora de la alimentación se presume fundamental. «Para los niños esta rutina también es muy importante, levantarse a la hora más o menos del colegio, sentarse a estudiar, hacer las tareas y ya por la tarde concederles más libertad para ver un poco de televisión, pero sin que estén enganchados todo el día a la televisión, el móvil o el ordenador. Esto es perjudicial para su salud física, porque no se mueven, pero también para su salud mental», explica. En esta línea incide en que «las rutinas de alimentación son vitales e incluso podemos ampliar nuestras horas de sueño, es tiempo para recuperar las 8-9 horas de sueño. Todo esto ordena nuestro cerebro, provoca que nuestra salud mental se mantenga, aunque la gente crea que no, los hábitos ayudan a la salud».

¿Y los niños? ¿Qué podemos hacer para aliviar y aliviarles esta situación? «Es difícil porque ellos necesitan gastar energía, por ello es interesante que utilicemos, por ejemplo, las redes sociales para hacer algún tipo de ejercicios con ellos, bailar, bailar en familia. Eso es genial porque nos une, nos relaja y porque conseguimos que quemen energía. Nos bajamos un vídeo de la música que les gusta y bailamos, nos reímos y tenemos un momento de cohesión. Todo este tipo de cosas son muy interesantes de hacer en familia, además de retomar lo de sentarse con los juegos de mesa. Son cuestiones que nos permiten dedicarnos a la familia a través de actividades lúdicas y nos quita de pensamientos que no son productivos». 

 

Las bajadas

Algunas de las situaciones pueden agravarse con el paso del tiempo y aquí le planteamos a Rafael Muñoz cómo puede afectarnos el hecho de que el periodo de confinamiento se alargue. «Obviamente nos va a influir, pero si tenemos las cosas de las que venimos hablando, si nos hacemos a la idea de que esto tiene sentido se va reducir. Al ser humano le fastidia la falta de coherencia, busca ese sentido de la vida, entonces hay que ser muy consciente de que es algo necesario», apunta. Por ello, vuelve a dar una receta que pasa por «dedicarnos a mantener rutinas, no pasarnos de noticias y aprovechar este tiempo que se nos regala para aprender». 

Confianza es otra palabra que aparece en esa receta y va dedicada a las personas que a la situación de confinamiento suman la inseguridad laboral y eso nos conduce al después. «Tienen que tener confianza, aunque no sea fácil, y una vez que todo esto se levante hay que ser solidario e ir a comprar y consumir a esos sitios que ahora están cerrados, todos tenemos que poner de nuestra parte. Estos días se nos está aplaudiendo a los profesionales sanitarios, pues a esa gente también hay que aplaudirle porque está dejando de ganar un dinero que es el sustento de su familia», zanja.