El pequeño comercio vive su enésima crisis, un estado con el que libra desde hace tiempo ante las nuevas formas de consumo, la necesidad de adaptación y el tener que luchar contra las situaciones coyunturales, en esta ocasión con el daño ocasionado por la crisis sanitaria del Covid-19. La incertidumbre a nivel sanitario vuelve a marcar el presente y las empresas se agarran con fuerza para capear la crisis y no quedarse en el camino. Antonio García, presidente de la Asociación de Empresarios de Los Pedroches (ADECO) analiza la situación actual por la que atraviesa el comercio, así como las claves para avanzar hacia un futuro algo más halagüeño. 

Pregunta: El comercio venía arrastrando sucesivas crisis, ¿cómo ha afectado el Covid-19?

Respuesta: Hay sectores que lo estaban pasando regular y el confinamiento ha venido a agravar la situación en sectores que además tuvieron que cerrar y que venían arrastrando una deficiencia de facturación importante.

P: ¿Han detectado desde ADECO el cierre de negocios a raíz del Covid-19?

R: Digamos que los cierres que han ocurrido estaban ya anunciados. Esto ha venido a agravar la situación, si hay un negocio que se tambalea cuando viene un soplo de aire se lo lleva. Los que no estaban en esta situación han aguantado, se han cerrado pocos negocios. Digamos que los cierres se han producido antes, durante el confinamiento, tan sólo dos o tres. Ahora, pasados unos meses, puede que se produzcan más porque los empresarios intentamos resistir, aguantar. Yo creo que vamos a ver la realidad a partir del mes de octubre. A eso hay que añadir que otra vez tenemos una incertidumbre importante a nivel sanitario y eso puede agravar la situación de muchos negocios. 

P: ¿Qué sectores son los más afectados?

R: Bajo mi punto de vista el textil, la confección, la zapatería, todos los de temporada. Se ha hablado mucho de la hostelería, pero una vez que el sector ha abierto ha cogido una velocidad de crucero que esperemos que se mantenga. Además, hay que tener en cuenta las medidas como la ampliación de terrazas y la exención de pago de la tasa. 

También digo que tenemos que cambiar la mentalidad y pasar de tendero a empresario, hay comercios que están mal de liquidez y con un importante stock de producto, hay que monitorizar ese producto, con unas rebajas agresivas, con ofertas… Esa mentalidad es la que queremos transmitir, igual hoy hay que perder cinco, pero es que mañana van a ser veinte, a lo mejor no se trata de perder sino de no ganar tanto. Está claro que de ese stock hay que deshacerse para volver a invertir y que empiece de nuevo a girar la rotación. Esa mentalidad de tendero hay que dejarla a un lado, hay que ir a la rotación, los negocios modernos van por ahí, por la rotación del producto. 

P: Han pasado ya por varias crisis, ¿con qué estado anímico se enfrenta a esta el empresariado? 

R: Bajo mi punto de vista esto no es una crisis económica, se puede convertir en una crisis económica importante, pero no lo es como la anterior que fue una crisis financiera. Lo que hay es una crisis sanitaria que se puede convertir en una crisis económica si se vuelve a atrás o se ralentiza. El comercio como tal ha sufrido varias crisis de tener que ir adaptándose, ahora lo que ocurre es que estamos ante adaptaciones que son muy rápidas, esa capacidad de adaptación es muy complicada en los negocios, pero tenemos que tener capacidad para dar respuestas. Los formatos de venta han cambiado e incluso de compra, hay que adaptarse a un consumidor mucho más informado y preparado y nosotros, por tanto, tenemos que estar también más informados y preparados. La tienda tiene que ser un espacio donde asesorar, tenemos que incorporar los avances que nos permiten las tecnologías, hay que ir adaptándose a los tiempos. Hay una tienda en Pozoblanco que plantea qué le ofrece Internet, pues eso le ofrecemos nosotros, pero con la garantía de que vamos a estar detrás, mismo precio y mejor servicio.

P: Es la eterna pelea, siempre que hablamos entra en juego el comercio online. ¿Se va avanzando en este sentido?

R: Hay quien sí y quien no, por eso algunos se quedarán en el camino, pero que a nadie le quepa la duda de que ese hueco lo van a coger otros. Al cliente, al consumidor hay que seguir dotándole de sus necesidades y si uno se queda, otro vendrá para cubrir ese hueco. Los consumidores vamos a seguir demandando consumo, ocio, turismo y alguien deberá de estar ahí.

P: El comercio local es importante como motor económico para los pueblos, ¿cree que la gente es consciente de ello, que está sensibilizada?

R: Probablemente la gente no sea consciente, pero yo no diría que es importante, yo diría que es imprescindible, más en las zonas rurales. El consumidor, la gente joven sobre todo, no es consciente de la importancia que tiene el consumir en su tierra, en la comarca. Posiblemente sea porque no han conocido una gran crisis que les haya cambiado la vida, todavía, y ojalá no le cambie. Los que tenemos una cierta edad sí hemos visto ya muchas cosas y tenemos ese arraigo en nuestra tierra y sentimos otra cosa.

La vida de los pueblos depende también del pequeño comercio, hay pueblos que se han quedado sin comercios, pueblos de nuestro alrededor que no tienen ni un comercio de alimentación, eso es muy triste. Tenemos que ser capaces de vendérselo a la gente, que el día de mañana nosotros podemos tener ese mismo problema. Un taller, una peluquería, son cosas básicas que no echamos de menos porque las tenemos, pero ya hay pueblos que no.

 P: En lo más duro de la pandemia el sector de la alimentación, las cadenas locales y los pequeños comercios, parecen haber recuperado el pulso.

R: Las personas mayores han vuelto, han tenido ese miedo y ante el consejo de reducir la movilidad han optado por el comercio de barrio, al que le ha venido bien esa actividad. Cuando le han crecido un poco las ventas han modificado algunas cosas, atendiendo a demandas de otras referencias y eso va enriqueciendo el proceso. Lo que sí está claro es que por los datos que yo tengo las grandes empresas de distribución han sufrido una bajada de su facturación. 

P: ¿Y se ha sido capaz de retener a ese cliente o vuelven los anteriores roles de consumo?

R: Eso es más complicado y en eso tenemos una gran parte de culpa los profesionales. A ese cliente que hemos ganado por una situación coyuntural hay que estudiarlo para afianzarlo, no seguir en la misma línea, hay que cambiar para que el cliente “prestado” se quede porque no ha venido porque seamos competitivos, sino por una situación puntual. Eso hay que aprovecharlo, estudiar al cliente, informarse, preguntar y ajustarse a las demandas.

 P: Se viene hablando mucho de las ayudas de las administraciones. ¿Cómo ha sido la respuesta de la crisis ante el pequeño comercio?

R: Bajo nuestro punto de vista ha llegado tarde y mal porque hay ayudas que tenían que estar ya en el bolsillo de quien lo necesita. No puede ser que una ayuda se dilate tanto en el tiempo, con tanta burocracia, si se trata de conceder una ayuda no se pueden poner tantas piedras en el camino. Es mucho más fácil de lo que quieren hacerlo. Qué está pasando, pues que muchas ayudas no se van a pedir porque hay que mover mucha burocracia y las van a dar cuando el negocio ya esté funcionamiento. Han llegado tarde y muchas de las ayudas, mejor dicho propuestas, que remitimos al Ayuntamiento no sabemos qué pasa con ellas. Lo que está claro es que a día de hoy no hay nada, en hostelería sí es cierto que se ha atendido algunas de las demandas como exención de la cuota o ampliación de terrazas, pero luego están acciones como caja de crédito, bonos de consumo, una mesa de análisis…  Es que nosotros pensamos que sería importantísimo una comisión que con gente que entienda.

P: ¿Cómo han sido las relaciones con el Ayuntamiento durante este tiempo?

R:  ADECO siempre va a ir de la mano del Ayuntamiento en dotar de mejoras al sector empresarial y también al social, pero para que haya esa sensación de que todo va bien lo primero que hay que hace es escucharnos, dialogar, debatir. Nosotros somos una asociación que dice lo que piensa, no vamos a decir lo que algunos quieren oír, somos críticos, pero críticos constructivos. Entendemos que hay que organizar una mesa de debate seria donde haya gente del sector social, económico, político e incluso ajena, para que den otras perspectivas. Eso es lo que pedimos y lo que estamos echando de menos con el Ayuntamiento, no vemos esa voluntad de debatir, informarse y preguntar a los que realmente arriesgan su patrimonio.

Ese debe ser el punto de partida, lo demás es estar dando palos de ciego y lo estamos viendo. Hay propuestas que no llegan a ningún sitio, decisiones anunciadas que no llegan ni a realizarse. No hay voluntad de diálogo, no es normal que tomes decisiones de comercio y no hables con los representantes de la asociación, llevamos desde el año 90, algo habremos aprendido. Estamos en una crisis que se puede convertir en una crisis económica importante y no se están tomando decisiones importantes y podrán salir titulares y frases bonitas, pero la realidad es que no hay nada o nosotros no lo percibimos.

P: Hablando de acciones concretas. Están las ayudas de los 300 euros que están las bases, el tema de reparto en bicicletas y no sé si la idea de los bonos de consumo se ajusta a lo que propuso ADECO.

R: Los bonos no se han desarrollado porque no se han debatido. Remitimos al Ayuntamiento unas propuestas, pero sin desarrollar y sin debatir porque nadie está en posesión de toda la verdad. Qué pasa, que ahora están perdidos, no saben cómo desarrollar esos bonos para que sean efectivos. Tu puedes regalar lo que quieras, pero el sentido de los bonos no era ese, era el de levantar la facturación de los sectores que han estado cerrados. Para eso hay que dialogar, debatir y estudiar las cosas de una manera seria.

Otra de las cuestiones en las que se le insistió fue la caja de crédito, es una herramienta que ha dado sus frutos y ahora pedimos que se amplíe el capital de 6.000 euros a la cantidad que se consensue, que el primer año fuera un año total de carencias para salvar a muchos negocios que están con la soga al cuello. Pero es que hablamos de una cuestión que tenía que estar funcionando ya, ese posible préstamo debería de estar en las manos del empresario ya. 

Hemos hablado de la reducción de la tasa de terrazas, pero le hemos propuesto que se haga un estudio, una revisión conjunta de todos los impuestos. Los negocios que han estado cerrados demandan el tema, por ejemplo, de la basura, ¿se ha hecho un análisis de esos impuestos, de cómo se les puede ayudar? No se puede medir a todos por igual, por qué 300 euros a todos, ¿es una medida coherente que se pueda acoger de igual modo a esa ayuda una empresa que ha estado abierta y otra que ha estado cerrada? Concede esa ayuda a quien realmente le hace falta, se puede realizar un reajuste y ayudar con más cuantía a quien realmente lo necesita. Esto no ocurre porque no se habla con quien realmente sabe del tema, el que lo padece y lo sufre.

P: Dejando a un lado el tema del Covid-19, hay proyectos importantes para el sector que parecen no avanzar como el Mercado o la dotación de suelo industrial.

R: Nosotros respecto al Mercado siempre hemos propuesto que se hiciera un buen lavado de cara, adecentarlo. De esta manera conseguíamos hacer la mitad del Mercado sin necesidad de paralizar la actividad y posteriormente la otra mitad. Personalmente, el proyecto de más de dos millones de euros no lo veía porque para eso tienes que hacer un plan de viabilidad, algo que no se ha hecho. Ahora no sé qué van a hacer, hay una pequeña dotación que supongo que será para estas cosas. Pero vuelvo a lo mismo, vamos a reunirnos, vamos a ver cómo hacerlo y, sobre todo, no paralices la actividad.

Hay que establecer una hoja de ruta. Lo del cambio de ubicación, por ejemplo, para nosotros es un error porque es complicado, pero es que te llevas muchos negocios fuera de su ámbito 2-3 años. Reitero, vamos a sentarnos, vamos a ver cómo hacerlo.

Lo que entendemos que sí hay que hacer urgentemente es un plan de actuación en el caso antiguo, es urgente si no queremos ver morir ciertas zonas. Eso es verdad que hay que hacerlo y no se está actuando en ese sentido. Tuvimos una oportunidad cuando la calle Mayor pudo ser peatonal, no digo cortada, si hubiera habido valentía y no juego político hoy ese casco antiguo y el Mercado no estarían pasando las calamidades que están pasando. Pero siempre pasa lo mismo, las decisiones a largo plazo o que pueden herir, no interesan. Por eso hablamos de esa mesa de desarrollo, vamos a consensuar qué queremos que sea Pozoblanco a nivel urbanístico, industrial, vamos a hablar, si luego usted tiene mayoría absoluta. No hay madurez política que permita tomar decisiones a largo plazo.

P: ¿Y qué puede decirme de la tan anunciada ampliación del polígono de la Dehesa Boyal?

R: Decimos que estamos al lado de los empresarios y resulta que este año no va un euro ya no para la ampliación del polígono, ni tan siquiera para su estudio, al menos yo no lo he visto. Tenemos una carretera por la que pasan diariamente 800-900 vehículos que sigue igual que cuando era para carros, ¿eso es desarrollo? No hay suelo industrial público, ni un metro, digan lo que digan. Se han ido empresas fuera de Pozoblanco, pero es que hay empresas que quieren crecer y no pueden. Y luego hablamos de desarrollo económico, vamos a empezar por lo básico, vamos a crear 20.000 metros de suelo industrial, luego vendrá el resto. Hemos perdido todo el atractivo que teníamos, pero no solo para grandes inversiones, sino para los pequeños negocios, esas ampliaciones. Está todo paralizado.