El conflicto que mantuvo la Policía Local de Pozoblanco con el alcalde de la localidad en la pasada legislatura, Pablo Carrillo, se cerró en el día de ayer con la desestimación del recurso que interpusieron los representantes sindicales de la Policía ante el sobreseimiento provisional y el archivo de la causa dictado por el Juzgado de Instrucción nº1 de Pozoblanco en enero de 2017. Ante ese auto, la parte denunciante interpuso un recurso de apelación que ahora ha sido desestimado por la Audiencia Provincial de Córdoba.

Hay que recordar que la acusación versaba sobre un supuesto delito de malversación de fondos públicos y prevaricación por el pago de determinados conceptos retributivos y en particular por la prestación de servicios extraordinarios sin que hubiera justificado debidamente su realización, además de por no tramitar expedientes sancionadores de tráfico. En el auto del juzgado de Pozoblanco se determinaba que tras la declaración de los posibles implicados y los testigos propuestos y analizada la extensa documentación «no hay motivos bastantes para entender perpetrada la infracción denunciada».

En la resolución de la Audiencia Provincial se hace hincapié en esta idea y también se especifica que «del extenso bagaje documental aportado a las actuaciones se pone de manifiesto que la inmensa mayoría de los boletines de denuncia por infracciones de tráfico fueron tramitados adecuadamente». Ante esta situación la sala acordó «desestimar el recurso de apelación» por lo que la justicia dio la razón tanto a Pablo Carrillo como el ex jefe de la Policía Local, José María Sánchez.

Este periódico se ha puesto en contacto con Pablo Carrillo tras conocer la resolución judicial para conocer su opinión al respecto. El que fuera alcalde de Pozoblanco ha explicado que está «muy contento» porque «aunque estaba bastante seguro de que el final iba a ser este, los temas de la justicia siempre te crean inquietud». «He estado muy seguro de mí mismo», ha matizado un Pablo Carrillo que da carpetazo a una de las situaciones más desagradables que tuvo que vivir como alcalde de Pozoblanco.