En una vieja cárcel convertida en algo más que un restaurante sale a flote una de esas conversaciones que te hace reconciliarte con el ser humano, ver que hay más posibilidades de las que por sistema se empeñan en mostrarnos como únicas salidas, refrendar que tan sólo con un espíritu crítico se puede cambiar y salvar la sociedad. En ese atisbo de celdas antiguas, charlamos con tres miembros de la Asociación Cívica Hinojoseña, La Cívica –como ellos la llaman-, personas que buscan un único objetivo, mirar por el interés general de Hinojosa. Esta es la historia de una asociación diferente, la historia de gente comprometida con su localidad y con sus conciudadanos.

A mediados de abril de 2015, en plena campaña electoral, data el nacimiento de “La Cívica”, un alumbramiento que se encuadra como “una reacción a la desidia de la clase política hinojoseña”. “Nos juntamos un grupo de gente y decidimos que la única forma de dinamizar socioeconómicamente Hinojosa era tomar nosotros las riendas de nuestro propio pueblo en el sentido de que se venían haciendo propuestas que no se tenían en cuenta ni se estimaban y decidimos organizarnos”, relata Francisco José Ayuso. “Al crear la asociación nos dotábamos de mecanismos para hacer las propuestas de forma legal administrativamente y que constasen para que si algún día hay que exigir responsabilidades quede registro”, apunta.

Junto a Ayuso están otros dos miembros de la Cívica, Fátima Barbancho y Casto Aparicio, que van dando pinceladas de lo que persiguen. En apenas un año de vida, los tres socios fundadores, “tres locos utópicos”, han visto cómo sus esfuerzos han conseguido que otras personas se sumen a su proyecto y la asociación cuenta ya con cincuenta socios. “La Cívica es una plataforma de personas librepensadoras de todo el arco político, no nos debemos a ningunas siglas, no tenemos ningún compromiso con nadie y solo cumplimos con quien cumple con nosotros y cumplir con nosotros no deja de ser hacerlo con Hinojosa”, explican. Ese es su único objetivo, ahondar en las posibilidades de su municipio y proponer proyectos a los responsables políticos y hacerlo de una manera responsable, aportando “un proyecto de viabilidad económica y de competencias” porque “nuestro objetivo es conseguir el dinamismo de la vida social, económica y cultural de Hinojosa”.

La acogida y los proyectos

Pero, ¿qué ocurre cuando un grupo se une para cambiar aquello que no funciona, sin ocupar el espectro político? En Hinojosa las reacciones a la aparición de la Cívica fueron diversas pero se impuso el “escepticismo” porque “siempre hay quien piensa que quien se involucra en la cosa pública va a tener más un interés individual que colectivo. Mucha gente pensó que éramos otros que buscaban el sillón. Sin embargo, nos hemos ido juntando y ahora somos cincuenta. Estamos contentos porque estamos evolucionando y creciendo con gente con ideas e involucradas en esta causa”, explican. Su estructura se vertebra a partir de una junta directiva y las diferentes vocalías o grupos de trabajo que van engranando en función del proyecto que se esté barajando.

En todo este año, han podido registrar en el Ayuntamiento entre nueve y diez proyectos, algunos de ellos hoy tan de actualidad como el vivero de empresas por el que se viene trabajando. Un proyecto que viene de lejos y que ya se presentó en la anterior legislatura al entonces equipo de gobierno. Eso sí, rehúyen de cualquier confrontación por hacer suyos los proyectos porque “no queremos reconocimientos, pedimos hechos, que se haga lo que presentamos porque son proyectos viables y si queremos encontrar un futuro aquí hay que tomar ciertas medidas”. “Intentamos hacer presión, sabemos que el Ayuntamiento tiene unos medios limitados, estamos en el mundo y sabemos cómo funciona. El hecho de que exijamos un vivero de empresas es porque creemos que es viable, que hay oportunidades, sabemos que hay un proceso más o menos lento pero lo que no queremos es que las ideas queden en el cajón. Entendemos que el nuevo equipo de gobierno ha necesitado un tiempo de rodaje pero también es hora de empezar a pedirles resultados”, zanjan.

La Hinojosa de hoy

Durante la conversación también hay tiempo para hablar de la Hinojosa de hoy. Hablan quienes se han marchado y han vuelto y siguen viendo cómo la pérdida de población es continua, un problema que se une a la falta de trabajo. Y aquí hay tirón de orejas para la parte política, pero también para la sociedad. “No nos preocupamos por lo importante, perdemos población y estamos pendientes de que la Virgen de la Antigua tenga tal presupuesto, si no somos capaces de asegurarles un futuro a los jóvenes de poco nos va a servir que en otros planos las cosas estén bien porque no hay gente que las disfrute”.

Se cuela también el paro, un tema “doloroso”. “Hay que rediseñar el modelo productivo, hay que reeducar a la gente pero cambiar la mentalidad es costoso. Lo que está claro es que no podemos meter a la gente en un tema de horticultura social, comercio de cercanía o diversificación de rentas si no ponemos los mecanismos necesarios. Pasa lo mismo en el tema de turismo rural, crear un sistema productivo es costoso pero hay que educar, ni no hacemos jornadas, si no ofrecemos formación no vamos a conseguirlo. Sentar a 15-16 chavales y aunque solo dos vean una posibilidad de negocio ya estamos haciendo algo, tenemos que empezar a provocar ese clima, a que la gente piense”, apuntalan.

Las posibilidades

Fátima Barbancho lo tiene claro y centra su argumento en el “clima del miedo” que se ha instalado a la hora de innovar, de invertir. “Hemos retornado muchas personas con estudios, preparados, y no hay manera de animar a esa gente, de incentivarla para que creen su propio negocio”, señala para proseguir indicando que “Hinojosa no está bien situada estratégicamente pero es que tenemos un Ayuntamiento muy poco exigente, cuánto tiempo llevamos pidiendo el arreglo de la carretera, somos muy pasivos”.

Es Casto Aparicio quien toma el relevo en la exposición para hablar de posibilidades. “Tenemos unas posibilidades medioambientales muy grandes, tenemos la suerte que nos han puesto una parada de AVE que para el turismo rural o cinegético es como si nos hubieran puesto un aeropuerto. Hinojosa tiene un potencial agrícola impresionante a lo que hay que unir el potencial humano que tenemos y vuelvo a lo mismo, hay que ir generando el clima propicio para que vayan surgiendo emprendedores para ver esas potencialidades”. Para ir creando ese clima piden que los trámites administrativos no se eternicen porque “es que ya no hablamos de una cuestión política, sino de temas puramente administrativos pero la culpa es del máximo responsable, del alcalde, porque tendría que decir, estos trámites tienen que salir pero la gente se desamina con tantas trabas”. civica

La Cívica, sin embargo, no solo centra sus críticas en la parte política, también pide a la sociedad esa “revolución que nos permita salir de esa dinámica, de esa esclavitud”. Y hablamos de ese conformismo que lleva a los ayuntamientos y a la sociedad a no tener más anhelos a nivel de empleo que sacar durante cierto tiempo a gente a trabajar en las calles. Que las calles necesiten el arreglo es casi secundario. Acuerdo unánime, es una situación peligrosa que se acentúa “mientras más pequeño es el Ayuntamiento porque con cuatro votos se puede perpetuar a un alcalde”. “No entiendo que tengan proyectos viables y se los dejen en bandeja y no los hagan, eso es porque saben que con esos proyectos no van a tener a personas que dependan de ellos y eso tenemos que cambiarlo, que la gente diga a esos políticos que esto no es su chiringuito”, profundizan.

“Ha cambiado el paradigma social. Antes salir a la calle era el último recurso, ahora el primero, ha pasado de ser un estigma a ser un premio”, prosiguen para puntualizar que “a la sociedad no se le puede estar dando trabajo quince días un mes sí y otro no, hay que darle los mecanismos para conseguir ese trabajo”.

Actividades

De momento, para llegar a esa “utópica” meta la Cívica viene trabajando en jornadas donde se tocan aspectos de arquitectura o la incidencia de la aprobación del TTIP en el mundo rural. El pasado viernes comenzaron también con un Cineforum que pretende ahondar en esa conciencia social, esta vez a través del cine, una actividad que tendrá su continuidad en los próximos meses y que nace con el objetivo de “fomentar el sentido crítico porque el sistema no deja de ser eso, el sistema con su cúpula y sus cloacas”. De la misma manera, con estas actividades ofrecen una alternativa a los más jóvenes, por quienes se preocupan y por ello el pasado diciembre dieron un premio al mejor expediente académico hinojoseño, una idea en la que persistirán porque “hay que cambiar los modelos”.

¿Y el futuro? Pues la Cívica está trabajando en proyectos de campos muy diferentes y en el horizonte se presentan unas Jornadas Literarias de Novela Histórica, seguir con su huerto cívico, que nació con un torno reivindicativo ante la paralización del proyecto de huertos sociales, o un proyecto sobre Fuente La Zarza para evitar que siga cayendo en el olvido.

No son la herramienta de ningún partido, la Cívica es una asociación que mira por Hinojosa desde el conocimiento de su realidad, rehúyen de los encasillamientos y se nutren de las diferentes ideas de quienes la forman. Esa es su riqueza, su mayor valor, saber dialogar para llegar a un punto de conexión que se encuentra en el interés general. Los cambios empiezan desde abajo. Quizás es la hora de la sociedad civil.