Ni la aprobación en el Parlamento andaluz de una Proposición no de Ley instando a defender los colegios rurales y muy especialmente a que no se cierre el Colegio Quercus de Venta del Charco, parece que provocará un viraje en la situación a la que parece abocado el centro para el próximo curso escolar. Sin embargo, los padres y madres del alumnado del colegio siguen dando pasos para conseguir que las aulas vuelvan a abrirse. Sus argumento siguen siendo los mismos, el perjuicio para el propio alumnado por tener que trasladarse hasta Cardeña y la merma de servicios para la sociedad de Venta del Charco. Además, en el proceso de escolarización se han presentado tres matrículas más con lo que el número de alumnos se elevaría hasta los siete.

A pesar de no encontrar variaciones en las posturas, la comunidad educativa sigue su lucha y los padres y madres del alumnado han remitido un escrito a la delegada territorial de Educación de la Junta de Andalucía, Inmaculada Troncoso, exigiendo «el cumplimiento del acuerdo aprobado en el Parlamento andaluz por mayoría de los grupos en el que se exige que no se cierre el colegio y poder renovar la matriculación a la mayor brevedad posible». En ese mismo escrito se hace hincapié en que «estamos hablando de un servicio público esencial que no puede cerrarse. Cuando un colegio se cierra se apaga un pueblo, para fijar la población al territorio es fundamental que los centros educativos permanezcan abiertos con independencia del número de niños y niñas que haya en ese colegio«. Del mismo modo, se han solicitado los criterios técnicos bajo los que se argumenta el cierre del centro escolar. 

Adelante Andalucía también exige mantener abierto el colegio

A estas reivindicaciones se vienen sumando diferentes grupos políticos Adelante Andalucía cuya portavoz en la Comisión de Educación, Ana Naranjo, mantuvo hace unos días una reunión con la alcaldesa de Cardeña, Catalina Barragán, y las madres del alumnado del centro. Naranjo recordó entonces que Educación “ya no tiene excusas” para seguir adelante con los planes de cierre después de que “en el actual proceso de escolarización hayan solicitado plaza siete niños frente a los cuatro previstos para el curso que viene”.

Por todo ello, Naranjo anunció que pedirá en el Parlamento los “informes técnicos” a los que Educación se agarra para justificar con “criterios pedagógicos” el cierre del centro, con los que ha respondido a las reiteradas protestas de la comunidad educativa y que hasta el momento “no han mostrado públicamente”. La diputada andaluza señaló que “la atención que recibe el alumnado en un centro rural como el de Venta del Charco es cercana e inclusiva, por lo que no entendemos cuáles son los criterios pedagógicos que pueden regir una decisión como esta en un momento como el actual, en plena pandemia y con un Gobierno andaluz que tiene más fondos que nunca para invertir en educación pública”.

Por su parte, la alcaldesa de Cardeña, Catalina Barragán, criticó la “deslealtad institucional y falta de respeto a las familias” por parte de la delegación territorial de Educación, que “ni siquiera ha tenido en cuenta al Consejo Escolar para tomar esta decisión”. La regidora recordó que “está constatado que la escuela rural vertebra el territorio, fija a la población y garantiza el relevo generacional”. Además, en Venta del Charco “tenemos constancia de que hay familias jóvenes que se están instalando aquí y otras que están interesadas en hacerlo, y que lo primero que preguntan antes de tomar la decisión es si hay consultorio médico y colegio para los niños”.