La Escuela Feminista que organiza la Asociación Ventana Abierta como su actividad formativa por excelencia arrancó el pasado fin de semana con la jornada de inauguración y, posteriormente, se vivió la primera de sus sesiones. La inauguración contó con la presencia de la presidenta de la Asociación, Máxima Romero, y la diputada de Igualdad, Alba Doblas. Además, también intervino a través de un vídeo Elena Jiménez, portavoz de la plataforma ‘Nosotras decidimos’. En la sesión previa a la primera de las clases, se expuso la necesidad de reivindicar el movimiento feminista pero también pedir al mismo unidad ante un contexto complejo con la llegada de Vox a las instituciones y su negacionismo ante la violencia de género. En esa petición de unidad estuvo presente las diferentes manifestaciones programadas el propio 8 de marzo. 

Una unidad que se realizó reivindicando la fuerza del movimiento feminista que «quedó de nuevo expuesta durante un 8 de marzo ante el que había dudas» después del parón provocado por la pandemia tras años muy intensos como fueron el 2018 y 2019. Tras reivindicar esa fuerza y pedir unidad, Alba Doblas desechó la terminología que quiere imponerse porque «nos reducen a lo doméstico». La diputada pidió centrar el debate y destacó que «ante los pactos con la ultraderecha solo puede caber la unidad del movimiento feminista», algo que puede alcanzarse a través «de la propia diversidad». 

La diputada no dejó pasar la oportunidad para exponer la importancia de la Escuela Feminista por convertirse en un espacio de formación y reflexión encuadrado en un ámbito rural. En esa línea se manifestó la presidenta de la Asociación, Máxima Romero, que hizo un breve recorrido por las diferentes ediciones de esta acción formativa, así como por las profesionales que han ido pasando a lo largo de los años permitiendo el desarrollo de las diferentes clases. En esta ocasión, fue Altamira Gonzalo, abogada especializada en derecho comunitario, la encargada de empezar a nivel didáctico la Escuela Feminista con su clase «Los deseos no son derechos» donde se adentró en temas como la prostitución o la gestación subrogada. 

Espacio para la creación

La Escuela Femenista también ha abierto este año sus puertas a parte de las creaciones de Catalina Calero que incluye en ‘ilusiOnismo’, una obra ecofeminista que se plasma en diseños  donde los mensajes feministas encuentran su cabida en materiales que apuesta por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Obras para ser llevadas cargadas de simbolismo que hablan de una forma de entender la vida.