Santiago Cabello fue investido alcalde de Pozoblanco tras el incontestable resultado que consiguió el PP en las elecciones del 28 de mayo, que deja al Consistorio pozoalbense, después de muchos años, con tan solo tres partidos: PP, PSOE e IU. Evidentemente, y con todo sobre la mesa, los tres candidatos mantuvieron sus candidaturas una vez que todos los ediles prometieron y juraron el cargo. Con 11 votos, Cabello volverá a ser el alcalde de la localidad, mientras que el PSOE de Rafael Villarreal se queda con 4 ediles, aunque tuvo 3 votos porque faltó un concejal electo por cuestiones personales, y la IU de Emmanuel Vioque con dos. 

El primer edil, tras las votaciones, juró el cargo y recibió el bastón de mando de la mano de Miguel Ruiz, por ser el miembro de la corporación de mayor edad. Sus primeras palabras fueron para las “personas que han hecho posible que sea de nuevo alcalde de una localidad a la que amo con locura”, además de destacar la “confianza” depositada sobre su persona de los compañeros de viaje que se sumaron al proyecto del PP». Antes de seguir, el ya alcalde dio la palabra a los concejales de las otras dos formaciones políticas. 

El primero en intervenir fue el portavoz de IU, Emmanuel Vioque, que tuvo palabras de agradecimiento para las personas que «nos dieron su confianza» y defendió que «estamos ante uno de los días más importantes porque se materializa la soberanía popular de Pozoblanco». Sin embargo, defendió la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político -valores de la Constitución- que «son elementales» en la democracia para «que no nos llevemos a errores. La mayoría no es sinónimo de verdad y razón, aunque sí de toma de decisiones«. En este sentido, pidió al equipo de gobierno que el exceso de imágenes en redes sociales del anterior mandato «se transforme en proyectos para que la utopía del anterior mandato no se convierta en una quimera en este». Por último, tendió la mano para la toma y el debate de las decisiones e ideas y pidió que el diálogo «sea la piedra angular de este mandato». 

Por su parte, el portavoz socialista, Rafael Villarreal, deseó lo mejor al alcalde y a su equipo de gobierno porque «sus éxitos serán los nuestros y, por consiguiente, los de Pozoblanco». Aseguró, posteriormente, que los ediles de ese equipo tendrán en los concejales del PSOE a «unos aliados» para «todo lo que sea bueno para Pozoblanco» e indicó que «realizaremos una oposición firme y responsable trabajando desde el respeto, la humildad y la lealtad». «Ahora nos toca trabajar, que para eso nos han elegido los ciudadanos», afirmó antes de dar las gracias al equipo de gente que le ha acompañado en todo este viaje que ahora recién empieza. 

Fue Santiago Cabello el último en intervenir asegurando que «comienza una nueva e ilusionante etapa política en Pozoblanco», recogiendo el guante de sus compañeros y tendiendo la mano «mi diálogo y mi confianza para trabajar juntos y unidos para que la política se convierta en el arte de hacer lo imposible, posible». «Es un honor, un orgullo y una gran responsabilidad ser alcalde de Pozoblanco, una localidad por la que voy a seguir trabajando con humildad, honestidad y dedicación para que todos nos sintamos orgullosos de vivir en ella», prosiguió. Respecto al trabajo, Cabello destacó que van a dar continuidad a proyectos ya iniciados y que «trabajaremos duro para ser el referente de la zona norte de Córdoba y reivindicar a todas las administraciones para que los pozoalbenses tengamos los servicios que merecemos». Por último, indicó que «gobernaré para todos».