El pasado 4 de noviembre el Club de Golf de Pozoblanco comenzaba una nueva andadura de la mano de una renovada junta directiva que estará presidida en los próximos cuatro años por Pablo Castro. Unas semanas después de su llegada al cargo hablamos con el nuevo presidente que tiene muy claros los retos y objetivos que intentará conseguir en esta etapa.

«Queremos mejorar en todo lo que podamos el club y el campo», explica Castro que también especifica que esa mejoría irá encaminada a «conseguir una apertura a todo el mundo aún mayor de la que ya tiene. Queremos que la gente se de cuenta que esto no es un coto cerrado». En este sentido, el ya presidente insistió en que van a trabajar para conseguir esa apertura y aumente la práctica del gol porque «tiene unos precios muy asequibles» y también que quienes se acerquen al club lo «sientan como algo propio no sólo los ciudadanos de Pozoblanco, sino los de toda la comarca».

Otra de las preocupaciones que tiene la nueva junta directiva es el estado del campo al que según Castro «le falta mucho» para estar en perfectas condiciones. «Hemos tenidos problemas de agua estos meses con la sequía y los greens no están como deberían, a pesar de que la junta directiva saliente ha intentado dejarlo en las mejores condiciones posibles. Las calles están aceptables pero hay que mejorar y el tema del agua es fundamental», apuntó.

A este respecto, Castro avanzó que «nosotros recogemos el agua que tira Covap, estuve hablando con el presidente y me comunicó que estaban con la obra de la depuradora para ampliarla, que hay intención, por lo que eso va a solucionar el problema». Además, agregó que durante el verano ha habido un problema con el producto para el tratamiento del agua lo que ha provocado que faltara el riego ya que «el proveedor no lo ha servido tal y como se comprometió».

Una cuestión sentimental

Para acabar con todos estos problemas y hacer crecer el club, Pablo Castro se ha rodeado de una junta directiva renovada y formada por gente joven que «ha llegado con mucha ilusión y eso s algo que nos transmiten a los que somos más mayores. Tienen una ambición fantástica y eso es lo que hacía falta porque la renovación es importante en todos los ámbitos».

Así las cosas, Pablo Castro se embarca en esta nueva aventura a la que le ha llevado una parte sentimental y otra profesional. De la primera, confesaba que «nosotros éramos cuatro hermanos y desgraciadamente solo quedo yo, todos jugaron al golf y dos de ellos estuvieron en la primera directiva, creo que se lo debo a ellos». Por otro lado, el nuevo presidente también reconoció su vinculación deportiva y profesional porque «el golf me ha dado muchas oportunidades y alegrías en el plano periodístico».