Son los candidatos los que se llevan todos los focos durante la campaña electoral, pero también hay valores que se suman a la política y que merece la pena conocer. Algunos de ellos están llamados a tener protagonismo después del resultado de las urnas, van a ser parte de la vida pública de Pozoblanco y muchos llegan de puntillas, sin hacer ruido e intentando darse a conocer, sus personalidades y sus ideas. Hoyaldia.com ha querido sentarse con algunas de esas personas en un café tertulia donde hemos pretendido hablar de Pozoblanco, de sus problemas, de la juventud y de sus mayores. No es fácil resumir lo que dio una hora de conversación en torno a un café que dejó algunos acuerdos y muchas discrepancias. Se sentaron en esta tertulia Anastasia Calero, número 2 por el PP; Isabel María Fernández, número 2 por el PSOE; Natalia León, número 2 por IU; Yolanda Durán, número 3 por CDeI; y Francisco José Carmona, número 2 por Vox. 

La primera pregunta es casi obligada, qué le lleva a alguien a presentarse a la política local. Arranca Yolanda Durán, abre fuego, y deja claro que «la política no ha sido algo a lo que haya estado muy pendiente», pero el cierre de la línea en el colegio Virgen de Luna el año pasado le hizo cambiar esa concepción. «Tuve más cercanía con la política, empezaron mis primeras inquietudes y cuando entras en ese mundillo vas viendo cosas que faltan en el pueblo o que pueden hacerse de forma diferente. Después mi partido, porque me motivaron sus ideas y saber que nadie me va a imponer nada, tengo libertad», cuenta. A su lado, la número 2 del PSOE hace referencia directamente a un momento de «estancamiento» de Pozoblanco y eso es lo que le ha llevado a dar un paso al frente. «Me he sentido capacitada para poder hacer, creo que hay otra forma de gestionar, dialogando, y porque voy de la mano de una persona en la que confío», recalca. Natalia Léon se suma a eso de que la política «no me llamaba» pero «hace años me di cuenta de que la política lo es todo, he estado en el extranjero y he visto otras políticas diferentes, además de que he trabajado en el Ayuntamiento y tengo claro que hay cosas que se pueden cambiar». Toma el relevo la única persona que repite, Anastasia Calero, que recuerda que «entré en un momento de mi vida en la que me apetecía salir de mi zona de confort, vi que era una gran oportunidad. Ahora mismo la intención de repetir, aunque me ha costado mucho tomar la decisión, es porque creo que se ha trabajado muy duro, se ha conseguido aportar mucho y mejorar Pozoblanco y no podemos dejar esos proyectos a los que les queda un empujón. Esos proyectos van a ver la luz ya y quiero disfrutar de ellos». En el lado extremo el número 2 de Vox que afirma que «siempre he tenido inquietudes políticas, siempre me ha gustado la política, siempre he sido muy colaborador, pero aquí te metes para colaborar y cuando te das cuentas me había presentado de número 2 hace cuatro años y ahora igual. Siempre he querido colaborar para mejorar el pueblo y en este caso es casi obligatorio para que mejore Pozoblanco». 

Curiosamente en ese acercamiento las siglas no salen a relucir y lo expongo, ¿cómo se puede tantear a una misma persona desde partidos, a priori, tan diferentes como los que hay en liza? Francisco José Carmona tiene claro que su acercamiento a la política también es una cuestión ideológica, pasa por su convencimiento de las ideas de Vox. Anastasia Calero se suma e indica que «comparto las ideas del PP, tengo claro que quiero ir en esas siglas, pero muchas veces lo decimos y es verdad, en los pueblos no son tanto las siglas como las personas». Natalia León cuenta que nunca ha sido militante pero que su afinidad con IU ha estado latente y el encuentro con el candidato fue fundamental para sumarse al proyecto. Isabel María Fernández defiende las siglas, pero defiende más la confianza en la persona y el equipo que acompaña. Para Yolanda Durán el ir en un partido independiente es la clave. 

Y ya entramos en faena, lo que necesita Pozoblanco de manera más urgente. Desde el PSOE se señala la urgencia en revitalizar el centro porque «está muerto» y económicamente repercute negativamente. Señala Francisco José Carmona que el centro tiene que servir para conectar el norte con el sur, mientras que Natalia León aboga por elaborar un nuevo Plan General de Ordenación Urbanística por datar, el que se tiene en la actualidad, de unos años donde se presumía un crecimiento de Pozoblanco que no se ha cumplido. Y aquí sale un tema vital, el planteamiento de la política de IU lleva a sus compañeros a decir que no es nada «fácil» porque se necesita tiempo. La política cortoplacista contra la política a largo plazo. El querer pensar en un Pozoblanco de futuro o en proyectos que se puedan inaugurar. Y les pregunto claramente, ¿cuándo llegará la corporación que se deje de mirar así misma y su continuidad y mire por Pozoblanco? ¿Tenéis altura de mira como políticos? 

«Desde IU pensamos que ese ese el camino, escuchando también a la oposición, aunque se discrepe», explica Natalia León y Francisco Carmona interviene para preguntar «¿estaríamos dispuestos  en seis meses cerrar un plan urbanístico o de cualquier cosa que vaya a veinte años vista?». Se habla entonces de la necesidad de diálogo, pero hay dos versiones: el diálogo no ha existido durante estos cuatro años vs la oposición solo ha ido a destruir. «Creo que nos falta humildad, diálogo y sentarnos a escuchar», dicen casi al unísono Yolanda Durán e Isabel María Fernández hay que olvidar «el yo, yo, hay que trabajar en equipo». Apuntilla la número 2 de IU que el trabajo en equipo adolece desde el momento en el que la Junta de Gobierno Local desaparece y aquí Anastasia Calero puntualiza que fue una cuestión que «quitó la interventora». Poco a poco salen las cuestiones que han estado latentes durante estos cuatro años y se hace de una manera muy sana, mirándose a la cara. Y ahí se dice aquello de que todo tiene que salir por una misma persona y los plazos se vuelven más lentos, o la devolución de subvenciones que apunta Yolanda Durán y sale a relucir el impago a proveedores durante meses. 

La autocrítica que no existe

Hay que poner otro poco de orden y lanzo una pregunta como moderadora que deja a la vista otra de las cosas que se han repetido a lo largo del mandato. ¿Cuándo se comenten errores los políticos tienen algo que ver o siempre están exentos de toda culpa? Francisco Carmona toma la palabra: «Pues como lo del agua, que nadie es responsable, hemos estado un mes bebiendo agua mala y no ha dimitido nada, como la responsabilidad se diluye siempre entre los políticos, pero es que encima no salimos a la calle, ni alcaldes ni ciudadanía. Dónde está la persona que tiene que dimitir», explica, pero va más allá «cómo no se pueden pedir responsabilidades a quien no cumple ni un diez por ciento de su programa electoral». Introduzco otra variante, la humanización del error, el bajarse del pedestal, el saber que siempre hay camino para mejorar.  «Es lo que he echado en falta durante mucho tiempo, el decir, me he equivocado, eso honra como persona, no lo he escuchado, lo siento, pero no lo he escuchado y me da mucha pena», indica la número 2 socialista. Yolanda Durán aporta que «si todas las decisiones se tomaran escuchando a todos los grupos políticos porque está claro que gobierna el que más votos consigue, pero el resto también representa a parte de la población, si se llega a un consenso la equivocación también es compartida». 

El candidato de Vox saca en este punto la «perversión» de las mayorías absolutas como «defecto» de la democracia, aunque le responde Anastasia Calero indicando que la mayoría absoluta «ha aportado estabilidad» al Ayuntamiento. Y se habla también de programas, ideas comunes que varían en el cómo. Otra pregunta, ¿cuándo os sentáis a hacer el programa electoral lo hacéis de manera conjunta, real o en algún momento se pasa por la cabeza, esto es imposible hacerlo? Casi todos coinciden, hay cosas que se echan hacia atrás por inviables y en estos primeros pasos en política quieren poder seguir mirando a la gente a la cara, sin engaños. También entra en juego la burocracia, pero hacen hincapié en hablarle a la ciudadanía con la verdad, explicarles la realidad. 

Juventud

Entramos ahora en políticas de juventud, entendiendo la complejidad del sector de población y también hay coincidencia, hablamos de un amplio abanico de edad con inquietudes muy diferentes. Critican desde, digamos, quienes no están ahora mismo en el poder que la oferta se ha centrado mucho en el ocio, algo que Anastasia Calero vuelve a negar defendiendo un trabajo conjunto entre concejalías. Apuestan por diferenciar rangos de edad, a hablar de ocio, pero también de formación, de vivienda, de ayudas al alquiler… El experimento, a estas alturas, ya me doy cuenta de que no sale bien porque la número 2 del PP defiende su gestión y la idea de este artículo era hablar de política, sin balances, ella defiende esa gestión, pero enfrente le recuerdan que su puesto es criticable. Salvamos la situación y prosigue el debate. Se pone sobre la mesa, lo hace Yolanda Durán, la necesidad de ampliar las prestaciones de la Casa de la Juventud. «Todo es mejorable», sentencia Anastasia Calero. 

Diálogo y asumir la crítica

«El diálogo es crucial para poder hacer cosas, para no ver que tus ideas son únicas y los demás se equivocan y también hay que se autocrítica», explica Natalia León. Yolanda Durán apostilla que «si no eres autocrítico no puedes hacer una crítica, eso es lo primero porque si no eres crítico contigo no vas a tolerar que los demás lo sean. Hay que saber a lo que te expones». «Esa ha sido una de las cosas que ha hecho que esté aquí, que creo que no hay diálogo y es que pienso que es importante, no en política, en la vida en general, si no tienes capacidad de diálogo no se puede llegar a acuerdos. Todo el mundo puede aportar o dar una visión diferente. Y después, sabemos dónde nos metemos», indica la socialista. En tiempos donde la salud mental es fundamental, también les pregunto si se han asesorado con profesionales para llevar esa parte crítica y hay respuestas diversas. La parte más repetida es que hay que separar la parte profesional con la personal, es decir, las críticas son a la gestión no a la persona. Todos coinciden en esa parte, pero Calero apostilla «no entiendo el diálogo sin el respeto, se tenía que haber trabajado más el respeto». «Primero tiene que haber una buena crítica y después vendrá el diálogo, los halagos debilitan», expone Francisco José Carmona. 

Durante la conversación salen otras cosas como la manida frase, una de las más repetidas durante estos cuatro años, de que «en 20-30 años no se ha hecho nada», también se apuesta por una mayor conectividad entre barrios, por potenciar el autobús municipal, por la memoria que hay que tener en política. Y cerramos con algo con lo que estoy de acuerdo, con la valentía de presentarse a unas elecciones locales, de complicarse la vida mientras otros hacen política de bar, desde su libertad, por supuesto. Me queda una pregunta en el tintero, ¿qué piensan de la libertad de la prensa local? Pero mejor me espero al 29 de mayo. De momento, gracias a los cinco por prestarse a sentarse con Hoyaldia.com y ofrecer a sus lectores la visión que tienen de algunos aspectos de Pozoblanco y de la política.