No hay otro tema de conversación en Pozoblanco. Los vecinos de la localidad piensan en dos cosas, en el afortunado al que ayer le tocaron más de 1,5 millones de euros y en lo que harían si los afortunados hubieran sido ellos. Pero si hay en un lugar donde las conversaciones se aglutinan en torno a ese tema es en el Despacho donde se validó el boleto, situado en la Avenida Villanueva de Córdoba.

No hay personas hoy más alegres, a excepción del ganador, que Luisa Muñoz y José Manuel Urbano, los propietarios del Despacho que hoy no dudan en posar con el cartel que da fe que allí se vendió el boleto premiado con 1.582.899 euros, el premio más importante dado hasta la fecha por el establecimiento. Hoy se atiende a los clientes con más alegría que nunca y con la incertidumbre de si el afortunado llegará.

En un negocio familiar que lleva muchos años de recorrido, Luisa y José Manuel nos relatan que se enteraron de la noticia en la noche de ayer cuando sobre las once el delegado de las oficinas de Córdoba «nos envió un ‘whatsapp’ diciendo que habíamos dado un premio de un millón y medio de euros». La noticia provocó dos sentimientos inmediatos, la alegría y los nervios. «Sientes mucha, mucha alegría y también tienes nervios esperando que llegue el día siguiente para abrir», explica José Manuel Urbano.

De momento no tienen ni idea de la identidad del afortunado porque «aquí entra mucha gente y estamos en unas fechas de ferias y de vacaciones, así que no tenemos ni idea». Aunque nunca habían dado un premio de esta envergadura, no renuncia a que el ganador se pase por su negocio dadas experiencias anteriores. «Una vez repartimos 30 millones de pesetas y la gente iba mirando los números hasta que llegó un hombre que fue el que tenía el boleto ganador y se enteró aquí mismo», cuentan.

Los clientes se aglutinan en el negocio buscando, quizás, que se repita la suerte. Algunos llegan a comprobar sus boletos visiblemente nerviosos porque no lo han hecho con anterioridad. No se habla de otra cosa ante unos loteros felices por haber repartido alegría.