Ante las promesas quedan dos actitudes, esperar su cumplimiento o recordarlas permanentemente. Este segundo camino es el elegido por la Plataforma Ciudadana de Personas Mayores y Dependientes que vuelve hoy viernes (19:30 horas) a las concentraciones para pedir que «de las promesas se pase a los hechos», según reza la convocatoria, en torno a la construcción de la residencia de Pozoblanco. La puesta en marcha de esta infraestructura está llamada a marcar el mandato y los tiempos políticos parecen no ajustarse a los de una ciudadanía que sigue reclamando algún tipo de avance. 

La concentración llega, además, después de algunos movimientos en torno a este proyecto. El primero de ellos tuvo lugar el pasado 14 de noviembre cuando representantes de la Plataforma y del Ayuntamiento viajaron hasta Sevilla para reunirse con profesores y expertos en la materia de la Universidad Pablo de Olavide para abordar y profundizar en los diferentes tipos de residencias, así como en otras cuestiones relacionadas con este servicio. La posterior información facilitada desde el Consistorio, que fue invitado por la Plataforma a esta reunión de trabajo, no gustó mucho en el seno de la Plataforma, pero más allá de protagonismos el que se ponga el foco ahora en realizar un estudio de necesidades tampoco satisface las peticiones de quienes llevan reclamando la construcción de la residencia desde hace meses. 

La Plataforma viene trabajando con datos reales desde su formación gracias al trabajo de campo en las residencias de la comarca y aunque están de acuerdo en la elaboración de ese informe de necesidades, recomendado por los expertos con los que se reunieron en Sevilla, temen que la configuración de ese informe siga dilatando los tiempos. Unos tiempos que ahora mismo marca, según expuso en la última sesión plenaria el alcalde de la localidad, Santiago Cabello, la elaboración precisamente de un informe que debería detallar la oferta y demanda para justificar la construcción de la residencia. Y ese es el segundo paso dado a este respecto, que el foco parece haberse colocado en este punto dejando atrás lo marcado en un cronograma, que aprobado en el epílogo del anterior mandato, marcaba más deseos que realidades posibles, al menos, en cuanto a tiempos.