La familia de Antonio Ortiz Sánchez ‘El retratista’ se puso en contacto en el año 2017 con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) para intentar encontrar los restos de su familiar, ejecutado en piquete de fusilamiento el 16 de mayo de 1939. A esa llamada se sumó la de la familia de Antonio Castaño Pizarro y la de Pablo Triviño Rojas, ambos con el mismo destino. La ARMH ha llevado a cabo esta semana los trabajos de exhumación correspondientes para encontrar dos fosas, una con cinco cuerpos y otra con seis en el cementerio de Belalcázar, aunque la suerte no ha querido que esas familias puedan recuperar los restos de sus seres queridos.

El martes, cuando empezaron los trabajos, aparecieron dos cuerpos pero eso alejaba el hallazgo de las fosas que se estaban buscando. “Ha aparecido una fosa con dos cuerpos que entendemos que corresponden a José Gómez Carrasco y Francisco Mesas Paredes, porque son las dos únicas personas fusiladas el mismo día y, por tanto, enterradas en esa misma fecha”, explica Marco Antonio González, coordinador del proyecto.

El equipo, compuesto por un grupo de quince profesionales de diferentes disciplinas, decidió “abrir el perímetro” en busca de las dos fosas pero se encontraron con evidencias de “actividad funeraria posterior” que hace imposible que los trabajos continúen. “La hipótesis que manejamos es que las fosas están aquí, pero esta es una zona con mucha actividad a posteriori, nos hemos encontrado muchos restos que dan muestra de ello”, apunta González. Los familiares que iniciaron esta búsqueda, que han estado estos días presentes en el cementerio, ya conocen la resolución y aunque “es duro” Marco Antonio González valora que “en la búsqueda siempre hay una parte sanadora y es que alguien hace esa búsqueda y se conoce la historia de esas personas”.   

Los restos que han sido encontrados serán trasladados hasta Ponferrada para su estudio y si se encontrara a los familiares se procedería a un contraste genético. Si no fuera así, la ARMH “hablaríamos con el alcalde para poder darles una sepultura digna aquí, con una placa para que su historia se recuerde”.

Contexto

Los once hombres buscados fueron víctimas de un proceso represivo a través de juicios militares en la propia «plaza» de Belalcázar que desembocaron en una sentencia a muerte. El cumplimiento de las sentencias que sufren las víctimas, condenas a muerte, son ejecutadas en días diferentes el 15 de mayo y el 4 de junio de 1939, pero según la diligencia de enterramiento se elige el mismo lugar para los dos grupos de asesinados: En una fosa a la derecha de la Capilla de dicho Cementerio. Así se recoge en el proyecto de la ARMH que ha contado en la parte de investigación con la colaboración del historiador Julio Guijarro.