Había previsiones de lluvia pero las precipitaciones no dieron al traste con el Domingo de Ramos que en Pozoblanco es salesiano por identidad. Aunque el cortejo de «borriquitos» y hebreas no fue muy numeroso, la procesión que representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén deja el protagonismo a los más pequeños, con sus palmas y sus ramas de olivo. La música la puso la Agrupación musical Nuestra Señora de la Soledad de Pozoblanco. 

A las cinco y media, con una estricta puntualidad, se abrieron las puertas de la iglesia de María Auxiliadora para que ‘La Borriquita’ dejara su refugio salesiano y se entregara, un año más, a las calles pozoalbenses. Lo hizo con paso liguero sin obviar que las previsiones de lluvia acechaban, aunque finalmente todo se cumplió bajo las expectativas y sin necesidad de paradas en templos ajenos. 

Color blanco roto y dorado para la túnica y capa de Jesus montado en su borrica con amplio protagonismo, en cuanto al colorido, para los adornos florales de un paso que sigue conformándose y que este año estrenó las maniguetas. Y antes de lo previsto, por ese riesgo de lluvia, ‘La Borriquita’ volvió a casa donde las túnicas blancas y las capas rojas quedarán aparcadas para seguir acompañando.