Las relaciones laborales en el Ayuntamiento de Pozoblanco siguen dando de qué hablar después de haber ocupado parte de las dos últimas sesiones plenarias. Los delegados del personal funcionario del Consistorio pozoalbense registraron a finales de la semana pasada un escrito dirigido al alcalde del municipio, Santiago Cabello, al que solicitan, entre otras cuestiones, que cese «su particular manera de gestión, respete a los empleados municipales y pida disculpas públicas» por las «lamentables formas» en las que se dirigió a ciertos trabajadores en los dos últimos plenos. Además, en ese documento al que ha tenido acceso este periódico, se pide que «se retracte de las manifestaciones que tanto daño y perjuicio causaron a nuestra plantilla». 

Eso es parte de lo que se le solicita al primer edil, sin embargo el documento va más allá y también se pide que se utilicen las herramientas que la Administración dispone para corregir cualquier tipo de infracción que puedan cometer los trabajadores y se apliquen las sanciones con arreglo a los hechos y al procedimiento legal adecuado, en lugar de aplicar «castigos». Un punto que llega después de exponer la situación concreta de un funcionario, que según defienden los delegados sindicales y también se expuso en ambas sesiones plenarias, está trasladado a un puesto que no es el suyo y sin ejercer función alguna. Por ello, en el escrito también se pide que «no se tenga a ninguna persona trasladada como un castigo». 

Así las cosas, en el documento se hace un relato donde se especifica que tras la incorporación por una baja médica de este funcionario la incorporación del mismo habría vulnerado lo estipulado en el acuerdo marco que regula las condiciones laborales entre la Corporación y su personal funcionario. Los representantes de los funcionarios critican de igual manera que el trabajador fuera trasladado, en primer lugar, a «un pasillo de un almacén sin tener en cuenta la salubridad e higiene», además de estar sin «prestar función alguna». Por otro lado, se especifica que todavía no se haya emitido el decreto donde se reflejen las nuevas funciones a desempeñar por este trabajador y sus condiciones particulares de trabajo. 

En el tramo final de la exposición, el documento refleja que «nuevamente se le pide respeto hacia los funcionarios ya que con su continua injerencia en su trabajo, las trabas, el desprecio a sus conocimientos técnicos así como las consideraciones negativas respecto a la profesionalidad de estos, dos funcionarios tuvieron bajas laborales por este motivo». 

Los argumentos de la parte política

Dejando a un lado el documento citado, el propio trabajador ha difundido en redes sociales la situación por la que atraviesa siendo destinado a dos lugares que no se ajustan a las funciones que venía realizando con anterioridad a su baja laboral y, lo que es más preocupante, es que en ninguno de los dos tendría funciones asignadas. Sin embargo, en el pasado mes de septiembre la concejala del ramo, Inmaculada Reyes, indicó que «el castigo» denunciado era una percepción ajena a su intención y que los cambios se debían a cuestiones para «rentabilizar los puestos de trabajo».