En los últimos días se han intensificado las denuncias sobre los recortes de personal en el Hospital Valle de Los Pedroches de Pozoblanco a través de varios sindicatos. Hoy quienes dan un paso hacia delante en denunciar esa situación son los 45 profesionales de enfermería de la Unidad de Medicina Interna del citado centro sanitario que aclaran que actúan «libremente, alejados de ideologías y representaciones sindicales» con la idea de no buscar culpables sino «invitar a nuestros gestores y a la sociedad en general a una profunda reflexión sobre qué tipo de sanidad queremos y que en los últimos años se  está alejando de la que merecemos«.

A través de un comunicado suscrito por estos 45 profesionales se detalla la realidad que se vive en la actualidad en el Hospital hablando de situaciones que «están poniendo en riesgo la salud de nuestros pacientes». Además, los profesionales de la enfermería alegan que en esa búsqueda de soluciones no han encontrado la respuesta de la dirección, que según su versión, no ha atendido a una denuncia clara y tajante al afirmar que «actualmente no está garantizada la seguridad del paciente».

El comunicado en su totalidad se expresa en los siguientes términos:

«La unidad de Medicina Interna del Hospital Comarcal Valle de los Pedroches ocupa las plantas primera y tercera. En la actualidad oferta el mayor número de camas de nuestro hospital y los mayores índices de ocupación. Las características y heterogeneidad  del paciente que cuidamos (avanzada edad, oncología, hematología, cardiología, psiquiatría, etc.) requieren  una atención permanente durante 24h diarias. 

En los últimos años nos hemos ido adaptando a una situación de ajuste presupuestario, tratando de que en ningún momento  el paciente sea privado de unos cuidados necesarios desde su ingreso.  Los recortes presupuestarios continúan produciéndose,  hasta llegar a una situación en la que dudamos poder mantener una asistencia de calidad hacia nuestros pacientes. El personal de nuestra unidad, DUE Y TCAE (Diplomados en Enfermería y Técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería), en adelante personal de enfermería, entiende que ha llegado el momento, por ética y responsabilidad hacia nuestra sociedad, de denunciar públicamente las situaciones que diariamente están poniendo en riesgo la salud de nuestros pacientes.

Los recortes en materia de personal nos están llevando a situaciones tales como afrontar turnos con una sola auxiliar de enfermería en una planta con una ocupación por encima de 25 pacientes,  habiéndose convertido en habitual que sólo dos diplomados en enfermería realicen su labor durante el turno de mañana.  Resulta muy complicado, con los índices de ocupación de nuestra unidad,  poder llevar a cabo nuestra labor con menos de tres profesionales de cada categoría por turno de mañana y tarde, con lo que el déficit habitual es de  4 profesionales diarios. Actualmente no está garantizada la seguridad del paciente, situación que hemos denunciado en reiteradas ocasiones a la dirección de nuestro hospital.

En ocasiones puntuales,  se ha recurrido a desplazar a personal de otras unidades por unas horas, situación que lejos de aportar alguna solución ha generado aún más riesgo por el descubierto que dichos profesionales generan en su unidad de procedencia. Se da la circunstancia de que, por si la carga de trabajo de las plantas primera y tercera no fuese suficiente, se ha convertido en habitual  ingresar a pacientes procedentes de la unidad de  hospital de día para la administración de sus tratamientos.

Contamos habitualmente con pacientes en aislamiento, lo que conlleva unas necesidades especiales y una ocupación de tiempo por encima de la media, y teniendo en cuenta que partimos con una plantilla bajo mínimos llegamos a situaciones en las que el personal no puede estar disponible para el resto de pacientes. La nueva normativa relativa al procedimiento de ingresos supone una carga más debido a la presión ejercida desde otras unidades, que desconocen las condiciones en las que estamos trabajando.

La organización interna y los medios e instalaciones con los que trabajamos no ayudan sino a agravar la situación, teniendo en cuenta que contamos con un espacio de trabajo e instalaciones con más de treinta años, únicos que no han sido reformados en nuestro hospital. Una razón más para pensar que, por algún motivo,  no se valora en su justa medida a nuestro servicio. En los últimos 5 años hemos contado con cuatro supervisoras de enfermería diferentes,  lo que evidencia más si cabe que algo no está funcionando.

Desde el mes de mayo de 2016 hemos contactado en tres ocasiones con el director gerente para buscar soluciones, pero no hemos recibido respuesta. Nos hemos ofrecido a trabajar de modo voluntario sin percibir remuneración alguna en momentos de alta ocupación en nuestras plantas, propuesta que también ha sido ignorada.

Hablamos de seguridad, de responsabilidad y de sensibilidad. Hablamos desde nuestra posición junto al paciente 24h diarias, de las carencias detectadas y de la frustración que nos genera no poder hacer más. La oferta de nuestras plantas se mide en número de camas, pero cada cama está ocupada por un paciente que es único, con unas necesidades diferentes y que nuestra organización, a día de hoy, no garantiza atender adecuadamente.

Nos sentimos orgullosos de pertenecer a un hospital que siempre fue referente por la alta cualificación de sus profesionales y por la calidad asistencial administrada,  y debemos luchar por preservarla«.