Diez después de que saliera el primer caso del brote de coronavirus que está castigando a Añora, el municipio de la comarca de Los Pedroches ha conocido que a partir del domingo entrará, junto a la Línea de la Concepción, en el nivel 4 grado 2 de alerta sanitaria, es decir, Añora vivirá un nuevo cierre perimetral y toda la actividad no esencial también echará el cierre. La verdad es que es una situación que los vecinos del municipio no notarán en exceso con respecto a estos días pasados ya que la situación en la localidad no variará mucho. Y es que la vida que se respira en la localidad se ha apagado desde finales de un año que siempre quedará señalado por el estallido de la una pandemia que, hasta la fecha, había respetado a este municipio de Los Pedroches.

Calles vacías, el silencio roto tan sólo por la lluvia, puertas cerradas, gente a la que no le apetece en exceso hablar, medios de comunicación acudiendo para coger el pulso de una localidad que espera volver a copar noticias por sus Olimpiadas Rurales o por sus Cruces de Mayo. Ese es el retrato que deja un paseo por Añora. Pero mientras esto sucede, también hay una sensación generalizada de que la medida del cierre perimetral y de toda actividad no esencial anunciada ayer por el presidente de la Junta de Andalucía llega tarde. Esa medida se esperaba en los últimos días del año cuando los casos crecieron de una manera exponencial con una rapidez en los contagios que dejó a muchas familias confinadas.

Eulalio es uno de esos vecinos que se mantiene en su casa confinado con una PCR positiva. Atiende a este periódico por teléfono e indica que “no tiene síntomas, aunque se siente desganado”. “Me esperaba el cierre, el pueblo parece un pueblo fantasma, no pasa ni un coche por la calle”, indica para ahondar en que “sí creo que se tenía que haber tomado esta decisión antes, cuando empezó todo lo fuerte”. Eulalio podrá salir a la calle el miércoles cuando finalice su cuarentena, aunque el día 18 se someterá a la PCR propuesta por el Ayuntamiento para “saber si estoy bien, la veo una medida muy positiva que nos da mucha más seguridad”. Y es que hay que recordar que el Consistorio noriego ha planificado un plan para realizar PCR y test de antígenos a las personas afectadas por el brote.

Sigue lloviendo en Añora lo que deja otra tarde gris en un municipio donde muchas familias están afectadas, las que más las que tienen a familiares ingresados. No mucha gente quiere reflejar su nombre cuando da su opinión, pero la idea es generalizada, se ha actuado tarde. Otro vecino apunta que “igual que se dijo que el gobierno nacional actuó tarde en declarar el estado de alarma, aquí ha pasado lo mismo a menor escala. Se han permitido muchas cosas que todo el mundo sabía y ahora tenemos un cierre perimetral que llega muy tarde, más de diez días tarde ni más ni menos”. Es la idea más generalizada y así lo refleja otro vecino que expone que “el cierre está bien, pero es que llega con la tasa más alta de Andalucía. El lunes 11 de enero casi el 80 por ciento de los contagiados o confinados por contacto estrecho podrán salir de sus domicilios con lo que el virus podrá circular otra vez”.

En esa misma línea, se recuerda que “los organismos no dependientes del Ayuntamiento están abiertos, como el colegio, y ha sido gracias a los padres y madres que no han llevado sus hijos han sido pocos los que han acudido. Y ahora, ¿cierran el lunes? Que alguien explique el momento en el que llega esta medida”. Una opinión que habla sobre la petición realizada desde la alcaldía para que se retrasara el reinicio del curso escolar, que al no proceder por parte de las autoridades sanitarias, se tradujo en una petición a las familias para que el alumnado no acuda hasta que la situación no esté totalmente estabilizada.

Así vive un pueblo que ha visto apagada su luz por una pandemia que ha golpeado al municipio casi diez meses después, pero que lo ha hecho de manera categórica cambiando el día a día de sus vecinos, más desde el próximo domingo.