Con ganas de haber puesto en marcha una serie de actividades pero reivindicando el trabajo realizado durante un cuarto de siglo, así conmemora la Asociación ‘Piedra y Cal’ sus veinticinco años de historia. La pandemia del coronavirus ha dejado en el camino la celebración de ese aniversario, pero no la puesta en valor de una asociación que vio la luz al amparo de la defensa de la conocida ‘Casa de la Viga’ de Pozoblanco. 

De momento, el veinticinco aniversario llega con la edición de número especial del boletín informativo ‘La Alacena’, que curiosamente viene a significar el medio centenar de números. Una edición que ofrece un recorrido por la historia de la asociación, además de interesantes artículos que oscilan entre el patrimonio local y su gestión en el ámbito local, la industria y el comercio en Pozoblanco o la alfarería popular en Los Pedroches. 

Esta fecha ha sido aprovechada por ‘Piedra y Cal’ para recordar sus orígenes, que se remontan a finales de 1994 cuando llega la noticia de un proyecto que iba a acabar con la demolición de la ‘Casa de la Viga’, un lugar «emblemático donde la tradición sitúa el origen de Pozoblanco». Fue entonces cuando un colectivo de “amigos de la Casa de la Viga»  fue convertido en plataforma, con la intención, de ir más allá y crear una asociación en defensa del patrimonio histórico local, idea aportada por D. Manuel Moreno Valero, el que fuera Cronista Oficial de Pozoblanco. 

En este contexto, en una reunión mantenida el 14 de noviembre de 1995 se inician los pasos para crear una Asociación Cultural, que verá la luz  días después, concretamente a las 22 horas del día 21 de noviembre de 1995 firmando el acta fundacional de la Asociación ‘Piedra y Cal’ Manuel Moreno Valero, Martín Fernández González, Juan Aperador García, Conrado Castilla Rubio, José María Fernández Fernández y Valerio Moreno Romero.

Una vez dado este paso, el 21 de noviembre de 1995 se constituyó ‘Piedra y Cal’ como una asociación cultural que iba a tener como asunto preferente la defensa de la Casa de la Viga, aunque no sería el único ya que se extendería a la defensa y protección del patrimonio histórico local. La asociación quedó inscrita como tal y registrada con personalidad jurídica propia el 31 de enero de 1996 con el nº 3040.

«Después de estos 25 años de vida, que son los años de una generación, la Asociación sigue luchando por sus objetivos fundacionales, cierto es que unas veces con más acierto y fortuna que otras, pero con la ilusión, el talante y la voluntad que la animaba en los inicios», explican desde el colectivo.