Las primeras medidas del plan de ahorro energético aprobadas por el Gobierno de España entraron en vigor en la medianoche del martes al miércoles, siete días después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Unas medidas que hacen mención a la regulación de la temperatura, el aire acondicionado no podrá ser inferior a los 27 grados y la calefacción, en invierno, superior a los 19 grados y la humedad relativa debe mantenerse entre el 30 por ciento y el 70 por ciento; pero también al apagado de escaparates e iluminación de los edificios públicos que a esa hora se encuentren desocupados. Unas medidas que, a simple vista, y después de su entrada en vigor se cumplen aunque no de manera unánime.

Al menos en lo que a iluminación de los establecimientos comerciales se refiere. Un paseo ayer miércoles por las arterias comerciales principales de Pozoblanco dejaba ver que, en líneas generales, el apagado de escaparates era mayoritario, aunque había excepciones con comercios con luces de neón encendidas al igual que la totalidad de sus escaparates. No obstante, la mayoría de los establecimientos cumplieron la normativa en el primer día de su entrada en vigor y mientras a las diez de la noche del martes muchos de ellos mantenían sus escaparates encendidos, veinticuatro horas después esos mismos comercios dejaban sin iluminación sus tiendas ajustándose al plan de ahorro energético.

Desde la Asociación de Empresarios Los Pedroches (ADECO) se ha informado a todos sus asociados de las medidas que entran en vigor y que lo harán de manera paulatina, ya que este primer paquete de acciones tendrán que continuar en los próximos meses. Así, para el 30 de septiembre, los edificios deberán contar con un sistema automático de cierre de las puertas que dan a la calle, para evitar que estén abiertas de par en par, una obligación más cara para el pequeño comercio que obligará a obras e instalaciones nuevas a muchos de ellos. 

Excepciones

En cuanto a los límites de temperatura, habrá excepciones donde se incluyen los centros que no puedan cumplirlos por sus propias condiciones laborales como las cocinas de los restaurantes, aunque hay más lugares que quedan excluidos. Así, no tendrán que ajustarse a estos límites los centros educativos, sanitarios, peluquerías, gimnasios, lavanderías, medios de transporte o las habitaciones de los hoteles, aunque sí habrá que cumplir esos límites en las zonas comunes de estos espacios.