Los grupos municipales del Ayuntamiento de Pozoblanco conocieron la semana pasada los resultados del cierre del ejercicio presupuestario 2020 en una reunión donde se presentaron unas cuentas que se cerraron con un resultado positivo de 30.568,19 euros. Los números hablan también de un cumplimiento de la regla de gasto y de estabilidad presupuestaria, aunque las miradas más que nunca se centran en los remanentes que atesora el Consistorio por la posibilidad dada por el Gobierno central de gastar esos fondos. El alcalde de la localidad, Santiago Cabello, indicó tras conocerse la liquidación del presupuesto que el mismo viene a significar “un estímulo para seguir luchando contra los efectos de la crisis económica y para seguir ejecutando las diferentes líneas y actuaciones que hemos incluido en los presupuestos de este año”.

Centrándonos en los remanentes, al cierre del ejercicio de 2020 los remanentes de tesorería total ascienden a 11,3 millones de euros, mientras que el año pasado eran de 12,1, aunque a esa cifra hay que restar los saldos de dudoso cobro y el exceso de financiación afectada. Es decir, que los remanentes de tesorería para gastos generales, los que realmente atesora el Consistorio, ascienden a poco más de 8 millones de euros frente a los 8,9 con los que se cerró el ejercicio 2019

Con la cifra ya clara hay que recordar que las inversiones o actuaciones que se imputarían a esos remanentes ya se plasmaron en el pleno donde se aprobaron los presupuestos municipales. En aquel entonces, en una memoria, el equipo de gobierno abogó por destinarlas, fundamentalmente, a instalaciones deportivas, además de establecer partidas para algunos de los grandes proyectos de la localidad. Así, se destinarían 150.000 euros al polígono industrial; 450.000 euros para el Mercado de Abastos y 750.000 euros para la residencia. 

Además, también se destinarán 240.000 euros para la sustitución del césped del campo de fútbol 7 de la Ciudad Deportiva; 20.000 euros para mejoras en el campo de golf; 30.000 euros para las pistas de atletismo; 60.000 euros para el entorno de la dehesa boyal; y 150.000 euros para la ampliación del cementerio. Todas esas actuaciones se realizarían con cargo a esos remanentes de tesorería. Hay que recordar, de igual modo, que los presupuestos municipales no salieron con el consenso entre todas las fuerzas políticas precisamente por no haber un acuerdo previo sobre el destino de esos remanentes.