Desde Hoyaldia.com pedimos a los fotoperiodistas Rafael Sánchez y Antonio Jesús Dueñas que relataran este atípico e histórico 2020 a través de tres fotografías porque su trabajo refleja lo vivido desde un mes de marzo que cambió nuestras vidas. Los dos aceptaron el reto, al igual que coinciden en ser unos «privilegiados» porque su trabajo les permitió hacer más llevadero el largo confinamiento, ser los ojos de quienes no veían más allá de sus hogares, captar las calles vacías, el miedo a lo desconocido en los rostros de desconocidos, guardar en la memoria colectiva los meses de un 2020 que pasarán a la historia. Como lo harán sus fotografías. 

Rafael Sánchez elige como primera imagen la llegada de la UME a Pozoblanco porque por aquel entonces el sentimiento mayoritario era el de «incertidumbre». «No sabíamos cuánto iba a durar, pensábamos que iba a ser cuestión de semanas, no de meses. Cuando llega la UME a Pozoblanco empiezo a darme cuenta de la gravedad, hasta ese momento aquí apenas había casos. En mi vida laboral jamás he visto al ejército por aquí, fue impactante». 

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Con la llegada de los primeros focos en los municipios toca fotografiar esa otra realidad. «Aparecen los primeros casos, íbamos con guantes, con mucho desconocimiento, preparándonos para algo que no teníamos ni idea. Viajamos a Belmez y cómo estaba ese pueblo, también a Belalcázar», relata. Precisamente de un reportaje a este último municipio corresponde la segunda fotografía elegida, los testimonios se recogen desde la distancia, las ventanas son el único contacto con el exterior, más allá de las nuevas tecnologías. 

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A todas esas imágenes, Rafael Sánchez ha querido sumar para resumir este 2020 otra que refleja la normalidad dentro de todo lo que estaba ocurriendo. En sus paseos por la dehesa buscando las mejores fotografías «me encontré con un hombre que seguía con su rutina, con sus ovejas, su radio, era como estar totalmente en otra dimensión. Fue un durísimo contraste entre lo que ocurría en unos lugares y otros, el verme con la mascarilla para él fue ver la otra realidad». 

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«Estamos acostumbrados a trabajar en eventos con mucha gente, conciertos, partidos de fútbol, fiestas y de repente nos encontramos con que trabajas en la calle si nadie. Fue de la noche a la mañana, no sabías qué te ibas a encontrar», explica Antonio Jesús Dueñas que también escoge en su primera fotografía la llegada de la UME, en este caso, a Villanueva de Córdoba. «Aparece la UME en la residencia de Jesús Nazareno, con dos personas del ejército y un guardia civil, al fondo el mosaico de Jesús Nazareno, me gustó la imagen», concreta.

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 Era Lunes Santo, el mismo día del que data la segunda fotografía elegida por Antonio Jesús Dueñas. Sin procesiones en la calle, la Semana Santa se vivió en el interior de los templos, momentos de recogimiento que su cámara también logró recoger. 

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La última imagen para ilustrar el 2020 habla por sí sola. Los alumnos del colegio Virgen de las Cruces de El Guijo aprovecharon los días previos a las vacaciones navideñas para ir a cantarle villancicos a los mayores de la residencia de Santa Ana. Un momento en el que una nieta se reencuentra con su abuela, como casi siempre en este 2020, a través de un frío cristal, sin abrazos, pero con la ilusión de al menos verse. 

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Bonus

Cobran mucha relevancia en la comarca de Los Pedroches los traslados de las imágenes religiosas por su importancia en la vida cotidiana de los municipios, por su peso cultural, tradicional y religioso. Este 2020 esos traslados fueron muy diferentes y también sirvieron para reencuentros porque como dice Antonio Jesús Dueñas «esperando en Pozoblanco la salida de la Virgen de Luna fue el primer día que volví a ver y trabajar con mis compañeros». 

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