España es la verbena del barrio de La Plata. Mi madre y Mari Carmen Tabas en el balcón de mi casa con un Barcardí con Coca Cola. Una barra de chapa el primer domingo de junio. La sonrisa de María Dolores cuando la orquesta toca Como una ola. Está la Jurado; y España viene después: ese suspiro que te relaja cuando haces de sábado un martes. Que la casa huela a limpio antes de que llegue tu suegra. Una verdad que es pecado a la vez, como una tortilla de patatas que te espera en el frigorífico a las dos de la mañana. Bonnie Tyler cantando Holding out for a hero.

Las barras de chapa y las banderolas de todas las banderas de todos los países colgadas del balcón de las vecinas son lo más parecido a una feria. Y es que las ferias son lo mejor, bueno, las ferias y los noventa. Porque, claro, en los noventa no había Whatsapp y la vida sin Whatsapp era mejor.  Era una vida sin prisas. Vestirse de guapo porque sí . Doctor en Alaska. Ver cifras y letras. Carmen Sevilla y Hugo en el juego de la ONCE.

No es nostagia todo esto. O sí. Las faldas cortas de tablas y cuadros. Un beso en el cuello y luego nada. Inglaterra y el Gibraltar español. Tú. Rezar sin fe pa ver que sale. La Semana Santa siempre me pudo. Un día le dije a Luis que cómo iba a ser capaz de no llevar la cruz de guía de la Caridad. Recuerdo su cara. Me dijo que se iba de vacaciones pero luego vino. Ese mismo año perdí la fe. Y fui cofrade 10 años más. Es lo más parecido a ser flamenco que he hecho en mi vida. Un padre nuestro a ratos. Es como cuando te echan de una taberna por cantar: la estupidez.

El otro día vi a un gitano a las 8 de la mañana abrigado con una chaqueta corta y negra. Fumaba y miraba al suelo. Parecía derrotado hasta que levantó la vista y su paso se volvió alegre sin querer. La vida que rompe y hiere. Ese cigarro de las  8 de la mañana arreglándote el pelo antes de llegar al trabajo es España. Es un café con leche en un vaso de caña que quema. España es eso: un vaso de cristal sin asa con un café ardiendo que te quema los dedos y que al cogerlo te quejas. Lo imbécil del día a día. Un globo de agua.

Rocío Jurado, católica como ella sola, no se llamaba así. Era María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado. Reclamo Qué no daría yo y a C Tangana con Nathy Peluso en Toledo. Todos somos un poco la Jurado y Tangana. España es la incongruencia. Un país donde el café se sirve en vaso de cristal. Donde la verbena es la clave. Donde su católica majestad peca. Donde la derecha se apodera de todo lo simbólico. Donde todos somos, a nuestra manera y de todas las maneras: cañís.