Esta semana ha pasado casi sin pena ni gloria por los periódicos y las radios comarcales y provinciales (digo sin pena ni gloria porque la cosa se ha despachado fusilando la nota de prensa de turno) una noticia que a la sazón no es nueva pero que viene a refrendar el hecho del abandono paulatino del Norte de la provincia de Córdoba por parte de las instituciones provinciales o autonómicas.

La noticia trataba sobre la denuncia que hacía el partido socialista por boca de Juan Díaz, alcalde de El Viso, de la suspensión de dos líneas de autobús entre Pozoblanco y Córdoba capital. Díaz arremetía contra la Junta de Andalucía por ese abandono que decía antes con un argumento con el que estoy absolutamente de acuerdo y que venía a decir algo así (hablo de memoria): puede que el servicio de autobuses en Los Pedroches sea deficitario pero no es momento de pensar en la rentabilidad económica sino en la rentabilidad social. Evidentemente decía esto instando al Gobierno andaluz de Juanma Moreno a poner dinero encima de la mesa para mejorar el servicio en general de coches de línea en nuestra comarca.

Todo lo anterior es catastrófico. Sobre todo que la noticia sea la denuncia del PSOE y no el estado de este servicio público en nuestra tierra; y sobre todo que la noticia no sea la erosión de las comunicaciones con la capital cordobesa y todo lo que nos impide hacer o nos impide mejorar o nos impide sobrevivir.

He investigado cómo está la situación del servicio en Los Pedroches y la verdad si ya era mala cuando yo mismo tenía que usarlo de estudiante para ir hasta Córdoba ahora es mucho peor. Pongo algunos ejemplos: desde Belalcázar hay dos autobuses que salen a las 6:45 h. y a las 14:50 h. Si coges este último te cuesta hacer noche en Córdoba porque no tienes vuelta hasta día siguiente las 12 de la mañana. Todo estupendo.

En Villaralto directamente no hay servicio salvo que llames 24 horas laborables antes para que el bus pare. Lo mismo ocurre en Cardeña pero sólo avisando con una hora de antelación eso sí tienes que madrugar y llamar a las 5:30 de la mañana para que el dichoso autobús pare a las 6:30.  Los fines de semana son más sencillos: los sábados no hay ni un autobús a Belálcazar ni ha otros pueblos desde Córdoba ni a la inversa, por suspuesto, porque el servicio está suspendido desde el 14 de noviembre. Ahí, fomentando el turismo rural. El castillo ya si eso luego.

De los precios ni hablo. Toda esta catástrofe y despropósito evidentemente no es flor de un día señor Díaz, que antes estaba quien estaba, y nos da la razón a todos los que pensamos en que estamos y seguimos olvidados. Ya lo dije en este periódico hace unas semanas: ni los nombres de nuestros pueblos conocen. En la página web de la estación de autobuses de Córdoba si buscan es sus destinos Hinojosa del Duque no aparece, aparece Hinojosa, así, sin apellido. Hinojosas hay muchas en España. En fin. Lo peor es que no es desprecio, lo peor es que no importa.