El patio del museo etnológico -un lugar a tener en cuenta en Los Pedroches- de Hinojosa del Duque acogió en la tarde-noche del sábado la presentación del libro ‘Recto y Verso’ de Miguel Ángel Pérez Pimentel. El espacio se llenó para escuchar al autor, que recoge en este libro las columnas publicadas en este periódico desde el año 2021 y que estuvo acompañado por Antonio Merino, editor del blog Solienses, y por quien suscribe este artículo. 

Antonio Merino resaltó la labor periodística en tiempos de «pérdida de confianza» hacia la profesión para luego adentrarse en desgranar de manera magnífica las columnas de Miguel Ángel Pérez Pimentel. Hizo un recorrido por el género de la columna, nombrando a auténticos expertos en el «género» y destacando las influencias que pueden observarse en el autor que nos ocupa. De las columnas de Pérez destacó cierta nostalgia, la disputa entre los meses de abril y septiembre, así como las palabras más utilizadas siendo la primera fin o final. 

Luego le tocó el turno a un autor que no pudo ocultar estar en un día «muy especial» por ver plasmadas sus columnas en papel y presentar el libro ante su gente. Explicó durante su intervención el porqué del nombre de ‘Recto y Verso’, así como que la conexión que consigue con el lector viene dada porque «todos los pueblos son el mismo pueblo», una frase que puede leerse en un libro que dedica a «mi madre que me enseñó a leer. A mi padre que me enseñó a leer periódicos», destacando el papel relevante de los periódicos en nuestra sociedad, pero en especial de las columnas. 

Un compendio de columnas de un universo donde aparece «el amor, el verano, los besos», pero «es verdad que me traslado a un mundo que es algo nostálgico y creo que por eso engancha. La nostalgia no es tan mala porque yo creo que vivir también es revivir». «La nostalgia es recordarse a uno mismo cuando era feliz», profundizó. La presentación finalizó con la lectura de la columna ‘Vivir’ por parte de Santiago Jesús Aranda, subdirector del podcast ‘Informe Misterio’. Además, durante la misma Pedro Torrico representó la portada del libro en formato mural.