Pasado el ecuador de la legislatura, el peso de la responsabilidad parece que empieza a hacer mella. Rosario Rossi, concejala de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Pozoblanco, no tiene reparos en afirmar que la exposición de la política local ha provocado que haya pensado en más de una ocasión en renunciar al cargo. El día a día se impone y el no poder llevar hacia delante proyectos prometidos le pesa, como a veces también lo hace una coalición con unos socios de gobierno con los que ideológicamente comparte poco. Con la concejala hablamos de todo eso, en una charla donde la cultura, la política local y las frustraciones se entremezclan.

Pregunta: Le preguntaba hace dos años cómo había sido el aterrizaje en el despacho y por extensión en el Ayuntamiento. ¿Cómo calificaría ahora estos dos años?

Respuesta: (Se lo piensa mucho). Han sido dos años largos y complicados, pero creo que el trabajo está empezando a dar sus frutos. Hablo de la concejalía, no del Ayuntamiento, han sido dos años de mucho trabajo.

P: Por lo que ha tardado en responder me supongo que le han pesado estos dos años. 

R: Muchísimo.

P: ¿Por qué?

R: La política local es muy dura y estar en la primera línea de fuego tiene un sacrifico personal y profesional que es muy duro, aunque la función pública es preciosa, pero a veces ingrata y dura, especialmente si quieres ser fiel a unos principios

P: Explíqueme esa dureza de la política local. 

R: La exposición que tienes, que también es lo bonito. Estás a pie de calle, eres una vecina más y eso hace que la exposición de tu vida sea mayor, estás siempre en el ojo de la opinión. Eso puede ser bueno, pero para la persona que está es muy duro.

P: Le decía en la entrevista que hacía referencia en la primera pregunta que había muchas expectativas depositadas en usted. La verdad es que no sé si se han cumplido o no, pero ¿las suyas se han cumplido?

R: No. No porque es muy complicado cuando entras en política llevar a cabo aquellas premisas con las que entras. Primero porque no tienes una mayoría, gobiernas en coalición, estás sujeto a otras cuestiones y es complicado llevar a cabo aquello en lo que crees y como lo crees. Conforme va pasando el tiempo esas expectativas van mutando conforme a las posibilidades que te va dando la política.

P: Me supongo que esas posibilidades también están condicionadas por el pacto de gobierno que tienen con el PP. 

R: Claro, también.

P: Dígame, ¿le ha pesado ese pacto? Lo digo porque usted es una persona que no ha escondido sus ideas, que están más cercanas a la izquierda. 

R: En algunos momentos sí, no deja de ser la marca PP. Luego veo el trabajo diario y no sé si sería distinto con otras fuerzas políticas, pero es complicado para alguien de izquierdas gobernar con la marca PP. Está por ver si se van a comportar como vecinos preocupados por su localidad como hicieron al pactar con Pe+ en contra de las órdenes de su partido o como el PP lo hace en otras administraciones.

P: Se suele decir que en política local las ideas quedan a un lado y se mira más a las personas, ¿está de acuerdo con esa afirmación?

R: Cada vez más y lo veo cuando fuerzas de izquierdas tienen casi el mismo discurso que la derecha. Se diluye mucho la ideología y hay que tener cuidado porque se puede caer en el populismo más rancio.

P: Cambiando de tercio y adentrándonos un poco en su parcela me decía antes que ahora ve que su trabajo está empezando a dar frutos. ¿Por qué derroteros se va a mover la concejalía lo que resta de legislatura?

R: Vamos a seguir trabajando como hasta ahora, invirtiendo en revitalizar el teatro como un centro cultural, no sólo de exposición sino también de creación y darle oportunidades a los colectivos locales de seguir disfrutando del teatro, pero a la vez que el teatro sea un lugar donde poder acercarse a la cultura. Es algo que los jóvenes que hemos vivido fuera sabemos, a veces se crea una cultura de ciudad y una cultura de pueblo, muchas veces por el miedo al número de espectadores, por los presupuestos, y hay que buscar un punto medio para acercar esas dos líneas.

P: Imagino que la próxima programación está cerca, ¿qué me puede contar?

R: La presentaremos algo antes de feria para el tema de la venta de entradas. Volvemos a hacer una apuesta variada, vuelve a haber una combinación de grandes espectáculos con espectáculos locales. Para feria viene un gran artista porque la feria de Pozoblanco lo merece y mucho y buen teatro.

P: En la última programación el componente local estaba muy presente copando el 50 por ciento de los espectáculos, ¿seguirá siendo así?

R: No los he contado pero hay actividades que se mantienen de un año a otro y se siguen respetando.

P: ¿Cuánto influye Rosario Rossi en esa programación?

R: Bastante. Evidentemente es el técnico quien más sabe pero sí es verdad que me siento a ver la programación e influyo. Además, el técnico dice que le gusta que me moje porque tengo otra visión de la cultura.

P: Por cierto, ¿existe algún tipo de rivalidad con Eduardo Lucena? Le digo esto por el hecho de que los grandes conciertos eran cosa de cultura y juventud. 

R: Todo lo contrario. El Slow Music cumple su función que es la de promocionar Pozoblanco y Cultura no puede hacer ese evento porque presupuestariamente no tiene los medios para hacerlo. A mí no me parece una cosa relacionada con la cultura, sino con la promoción y cumple su objetivo y para mí es admirable, me parece un buen trabajo, además de haber estado bien organizado.

P: ¿Y por qué cree que a usted no se le piden tantos datos económicos como a su compañero?

R: A mí no se me piden porque yo todo lo que hago antes ha sido aprobado por Junta de Gobierno Local, es una premisa que el personal de la concejalía tiene muy clara, no se hace nada si antes no es aprobado. Me parece que es lo mínimo, cumplir con los trámites. Eduardo tiene otra forma de trabajar y también lo aprueba pero quizás un poco más ajustado en el tiempo. Creo que a mí no se me piden porque mis cuentas son muy fáciles de ver y toda la oposición las está viendo al día siguiente de la Junta de Gobierno Local.

P: Hablábamos hace dos años de proyectos como la agenda única o La Salchi, ¿nos olvidamos de ambos?

R: Lo de la agenda única es casi imposible y mira que se pretende. Nos hemos acercado a los colectivos para que cuenten con nosotros porque no queremos pisar a nadie e ir todos de la misma mano, pero es complejo. Desde luego yo no tengo ningún ánimo de perjudicar a nadie.

P: ¿Y La Salchi?

R: Para mí es una de las frustraciones que te decía antes que te llegan porque una vez que estás en política ves las cosas de forma diferente desde dentro. Y luego está la cosa de que para varios partidos la cultura no es una prioridad.

P: ¿Le sigue chocando que la cultura no sea una prioridad?

R: Me choca muchísimo. Además, siempre digo que La Salchi debió ser previa al teatro por una cuestión de lógica, para tener un espacio de creación y convivencia cultural. Pasamos de tener el salón de actos de un instituto con 200 butacas a un espacio con 800 y eso es muy complicado de asumir para un pueblo. Creo que el trabajo debería haber sido a priori, pero también pienso que la foto de inaugurar un teatro vale más que la de inaugurar una Casa de la Cultura.

P: Hablando de fotos, suelo hablar con los concejales que estamos en una legislatura donde la sobreexposición es continua, ¿está conmigo de acuerdo?

R: Es una lectura objetiva. Es evidente que hay mucha más participación en medios, en redes sociales, pero creo que es el lenguaje que está adoptando la política, que lo comparta o no es otra cuestión. Pero es verdad que la política ahora va de fotos.

P: Siempre ha reconocido lo complicado es conectar con la juventud, ¿qué políticas sigue en este campo?

R: Es muy complicado porque a los jóvenes no es que no les guste la política, sino que reniegan de la mala política. Sienten cierto rechazo. Ahora estamos trabajando en el plan de alquiler e intentando llegar a otras necesidades.

P: ¿En qué situación está el plan de alquiler?

R: Tiene que volver a la Junta de Gobierno Local, en la primera o segunda después de este mes se aprobará, aunque también tendrá una reunión con todos los partidos para que hagan sus propuestas. La dotación presupuestaria está y también las bases, a falta de esas últimas propuestas por lo que a finales de septiembre podrá empezar a funcionar.

P: ¿Se ha sentido poco valorada en todo este tiempo por su juventud?

R: Y por ser mujer, por las dos cosas. He estado en reuniones donde a Emiliano o a Santiago se han referido como con don Emiliano y don Santiago, yo no pretendo que me traten de señora pero que no me digan, mira bonita o mira niña. No me gusta ese tono que he tenido que aguantar.

P: Por lo tanto, defiende que las políticas de Igualdad siguen siendo necesarias. 

R: Muchísimo, cada vez más por desgracia. Hay una involución y parece que nos estamos relajando en ciertas cosas, sólo tenemos que ver que en el Ayuntamiento nos quedamos 3 concejalas de los 17 que estamos, eso es muy grave.

P: Llegamos ya casi al final, pero antes dígame si se ha planteado en todo este tiempo no concluir la legislatura.

R: Sí, por lo que decía antes de que el coste es muy grande. A veces pienso que otra persona con más energía podría afrontar mejor esta recta final que pinta dura.

P: ¿Pinta dura?

R: Claro, porque si ha sido duro el inicio que siempre es lo mejor de las relaciones, imagínese el final.

P: Y para terminar, ¿me puede decir algo del futuro de Pozoblanco en Positivo porque por más que preguntamos no tenemos respuesta?

R: No se contesta porque Pe+ no ha decidido su futuro. Hemos tenido varias reuniones para plantear las diferentes opciones y supongo que después del verano vendrá la decisión final. De todas formas, cuando haya una decisión será Pe+ el que lo tenga que decir, no ningún concejal.