El Ayuntamiento de Torrecampo ha emitido un comunicado en el que muestra «más profundo malestar y absoluto rechazo» al anuncio realizado por Cajasur de cerrar definitivamente la oficina que tenía abierta en la localidad. Se trataba de la única oficina bancaria que quedaba abierta en el municipio y daba servicio dos días a la semana, por lo que ahora los ciudadanos tendrán que desplazarse al municipio más cercano, situado a diez kilómetros, para realizar las operaciones pertinentes. Al agravante de quedarse sin este servicio, se une el hecho de estar ante una población envejecida que sigue demandado una atención personal. 

«Lo vemos un despropósito y casi una falta de respeto hacia los habitantes de Torrecampo, donde la mayoría son clientes de Cajasur y que actualmente contaban con tan solo dos días a la semana de servicios bancarios», expone el comunicado. El texto también refleja datos del Banco de España que afirman que como consecuencia del proceso de fusiones se ha echado el cierre al tercio de las sucursales bancarias, es decir, un 33,4 por ciento. «Esta situación de cierres generalizado está generando un sinfín de problemas a las personas usuarias, con una especial incidencia en las áreas rurales, donde a las distancias para acceder al servicio se une la falta de transportes públicos y que la mayoría de afectados son personas mayores que carecen de medios y recursos necesarios para estos desplazamientos», prosigue el comunicado. 

Por todo, desde el Ayuntamiento de la localidad se insta a la entidad bancaria a reconsiderar su postura y a mantener operativa la sucursal de Torrecampo «como ha venido haciendo desde hace muchos años y que, además, ha contado desde siempre con el respaldo de la ciudadanía de nuestra localidad», finaliza el comunicado hecho público por el Consistorio torrecampeño. El cierre se hará efectivo el próximo 1 de diciembre, aunque la entidad puntualiza que el cajero automático seguirá operativo, algo insuficiente para muchas personas mayores. 

Manifestaciones pasadas

No es la primera vez que la localidad se enfrenta a una decisión de este tipo ya que en enero de 2020, centenares de ciudadanos del municipio salieron a la calle para reivindicar que Caja Rural no cerrara la oficina que mantenía abierta. No es un caso único, hace unos meses en Belalcázar se procedía a las mismas reivindicaciones ante la decisión tomada, en este caso, por Cajasur.