Los juegos populares no ocuparán este año tampoco las calles de Añora, los rituales al amparo de las Olimpiadas Rurales quedaron de nuevo a la espera de que la situación sanitaria otorgue un respiro y los pueblos y ciudades puedan volver a coger sus ritmos. Sin embargo, este año Añora no quiso dejar a un lado a la que junto a las Cruces se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario noriego. Por eso, mantener encendida la llama de las Olimpiadas Rurales fue una prioridad en la noche del sábado con una gala en la que también hubo un deseo claro, la vuelta de todas y cada una de las pruebas que conforman estas Olimpiadas el próximo año. 

Y nada mejor que mantener esa llama viva que con una gala, organizada por el Ayuntamiento de la localidad, que fuera en aras de reconocer a las personas, colectivos, instituciones y patrocinadores que dan vida año tras año a las Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. El alcalde del municipio, Bartolomé Madrid, abrió la cita resaltando la necesidad de mantener vivas todas las sensaciones que se generan alrededor de las Olimpiadas y dejó claro que en 2022 las ganas de retomar se dejarán notar. «Vamos a estar dos años sin vivir el conjunto de experiencias que nos proporciona esta cita del verano y creíamos que conjurándonos en este encuentro nos vamos a ir con las pilas cargadas para volver con mucha fuerza en 2022”, indicó. 

Madrid expresó además que “creíamos que era justo reconocer el trabajo y el apoyo de los cientos de personas que se vuelcan cada año en nuestras Olimpiadas Rurales, desde los participantes hasta los patrocinadores pasando por voluntarios, personal técnico municipal, medios de comunicación, sanitarios, protección civil y, sobre todo, participantes, cuyo nivel de compromiso ha crecido exponencialmente en estos años alcanzando unas cotas de competitividad impresionantes”. Y, sobre todo, Madrid quiso destacar los valores y la convivencia entre generaciones como grandes emblemas de la cita olímpica rural de Los Pedroches.

Por todo ello, durante la gala se entregaron adoquines de reconocimiento a todas las personas que hacen posible que cada mes de julio desde hace más de una década se reúnan 960 participantes agrupados en 48 equipos en torno a las tradiciones lúdicas del pasado. Además, un aliciente de la gala fue la demostración de prácticas de juegos que no forman parte de la competición por su dificultad para valorarlos, pero que sí tienen una gran tradición, como es el trompo. Así, Javi de María, campeón internacional de trompo acrobático hizo una demostración al igual que Fran Diábolo, que hizo malabarismos con dicho instrumento. El Club de Salto de Comba de Montilla, campeones mundiales de esta disciplina, también tuvo su espacio para hacer una demostración de una de las pruebas más atractivas de las Olimpiadas Rurales. 

 

Y como cada sábado de Olimpiadas, la música fue protagonista y las personas que acudieron a la gala pudieron disfrutar del concierto ofrecido por Rafa Blas, ganador del concurso de televisión de La Voz, que interpretó versiones de algunos de los mejores temas del pop-rock internacional. Se conjugaron todos los elementos que cada verano se dan cita en Añora a la espera de que por fin pueda volver el desfile olímpico, la presentación de equipos, los días de convivencia, la llevada de cántaros, los saltos de comba, en definitiva, las Olimpiadas Rurales de Añora.