La ‘Kedada Con Ellas’, celebrada en el marco de las actividades del 8M, cumplió este año su quinto aniversario y lo hizo mirando al papel de la mujer en el deporte. La presidenta del Club Maratón Pozoblanco, Begoña García, realizó una intervención cuando finalizó la carrera en la que recordó que «hoy vemos con normalidad la participación de la mujer en el deporte, pero hasta hace muy poco tiempo había muchas cosas no permitidas a las mujeres». Por ello, la carrera sirvió de homenaje a «todas aquellas valientes que rompieron estereotipos y fueron pioneras en su tiempo allanándonos el camino hacia la igualdad».

Y como club deportivo y teniendo en cuenta su deporte, la presidenta del Club Maratón significó que «si leemos sobre la historia de la maratón vemos que, esta prueba, se incluyó por primera vez en los Juegos Olímpicos en 1896. Sin embargo, sólo podían disputarla hombres. No es hasta 1984, 88 años después, cuando se permite competir a las mujeres en los míticos 42 kilómetros y 195 metros en unas Olimpiadas. De hecho, en los Juegos anteriores, los de 1980, la distancia máxima en la que se permitía la participación femenina eran 1.500 metros. Se argumentaba que más de esto era perjudicial para su salud o, incluso, que podía incapacitarlas para tener hijos».  

Por ese homenaje, el cartel de la Kedada estaba protagonizado por Joan Benoit, ganadora de esa primera maratón olímpica femenina. Hasta llegar ahí habla una historia que desafió a los límites de una sociedad machista. «Joan empezó a correr a principios de los 70. Era tan raro ver correr a una mujer en esa época, que iba andando hasta un lugar donde pudiera entrenar sin ser vista. Pese a que desde 1968 las mujeres podían participar en maratones, aún no se incluían estas distancias en grandes campeonatos. En 1979, Joan Benoit, junto con otras mujeres, crean el Comité Internacional de Corredoras, para luchar por esta inclusión», explicó García haciendo un sentido homenaje a un pionera en el deporte femenino. 

De esa historia pasó a la de mujeres que hoy encuentran otras barreras porque «nos quedan retos y complejos que superar. Si miramos las líneas de salida de las carreras vemos que, a mayor distancia, menor participación femenina». ¿Está todo hecho? No, porque detrás aparece la conciliación laboral y familiar con jornadas de entrenamientos largos para poder afrontar retos más complejos a nivel competitivo. Retos que desde el Club Maratón se trabajan por superar.