Los efectos derivados de la pandemia del Covid-19 son muchos y de diferente índole. A los efectos sanitarios hay que sumar los económicos, donde ahora parecen centrarse todas las miradas. Sin embargo, no son pocos los profesionales que alertan de las patologías que se pueden derivar de la situación experimentada durante estos meses, de las horas de confinamiento y de soledad. Unas patologías que vuelven a poner en el foco en las personas mayores como sector más vulnerable. 

Por este motivo, desde el Ayuntamiento de Dos Torres se ha querido crear una red de voluntariado que esté tejido por los jóvenes de la localidad para ayudar a las personas mayores y paliar los posibles efectos del confinamiento y de la soledad. Las funciones que desarrollarán los voluntarios serán de compañía, ayuda y atención a mayores que no tengan apoyo familiar o cuyos familiares no puedan ocuparse en todo momento. 

«Nos hemos dado cuenta de la situación de muchos mayores que están solos muchas horas porque sus familiares trabajan o viven fueran», explica la concejala de Bienestar Social, Virginia López, que explica también que durante estos meses el voluntariado ha estado muy presente. «Hemos tenido la suerte de que muchas personas se hayan sumado como voluntarios y creemos en la necesidad de seguir esta línea y ayudar», apunta la edil. 

La red de voluntariado está abierto a personas de todas las edades, aunque se ha focalizado en los más jóvenes colaborando también con el IES San Roque. Las personas interesadas han podido inscribirse, aún pueden hacerlo, a través de la página web del Ayuntamiento de la localidad y posteriormente tendrán que pasar una entrevista para conocer sus competencias con el objetivo de sumarse a un voluntariado que empezará a hacerse de manera telefónica y, posteriormente, con el pase a la fase 3 de manera presencial. 

El objetivo de esta iniciativa es que los voluntarios sean un apoyo para los mayores y les transmitan ilusión y alegría. Sus funciones serán las de romper el aislamiento y la soledad, ayudar a recuperar la autoestima, la ilusión y las ganas de tener una vida activa, tender una mano para recuperar hábitos saludables como salir a pasear, promover la autonomía personal, recuperar las relaciones sociales y crear un espacio intergeneracional, donde se comparten experiencias de vida diferente.