Hace una semana, vecinos de Torrecampo protestaban contra el cierre de la sucursal que Cajasur tiene en la localidad a las puertas de la oficina en el municipio. Hoy, esas protestas se han podido escuchar en Córdoba capital frente a la sede principal de la entidad bancaria. Fue el movimiento acordado con el inicio de las movilizaciones y se ha llevado a cabo con la misma reivindicación, que la entidad atienda a la demanda de unos vecinos que a partir del 1 de diciembre, si la decisión sigue hacia delante, tendrán que desplazarse hasta Pedroche para acudir a la oficina más cercana. 

La alcaldesa de Torrecampo, Paqui Alamillo, que ha estado al frente de la protesta vecinal ante la sede de Cajasur secundada por alrededor de un centenar de vecinos y vecinas desplazadas en autobús hasta la capital, insistió en que el cierre de la sucursal bancaria «condena a todos los vecinos, pero sobre todo a las personas mayores de Torrecampo que no saben usar el cajero automático, a tener que desplazarse 10 kilómetros hasta la vecina Pedroche para poder ser atendidos presencialmente en una oficina bancaria y realizar sus gestiones financieras».

Alamillo reconoció que han mantenido contactos con dirigentes de Cajasur para hallar una solución «pero la respuesta que hemos recibido es que la oficina no tiene rentabilidad económica», y especificó que «desde el Ayuntamiento le hemos hecho una propuesta que tienen encima de la mesa y que reproduce la que en su día hicimos con Correos para que mantuviera abierta su sede, que es ofrecerle un espacio municipal junto al Consistorio para que sigan prestando servicio».

La secretaria general del PSOE de Torrecampo y alcaldesa del municipio denunció el «malestar y absoluto rechazo» y emitió hace dos semanas un comunicado desde el Consistorio que consideraba el cierre “un despropósito y casi una falta de respeto hacia los habitantes de Torrecampo, donde la mayoría son clientes de Cajasur y actualmente cuentan con tan solo dos días a la semana de servicios bancarios”.

Para la alcaldesa de Torrecampo, «esta situación de cierres generalizados junto a las limitaciones horarias de acceso a las oficinas está generando un sinfín de problemas a las personas usuarias, con una muy especial incidencia en las áreas rurales, donde a las distancias para acceder al servicio se une la falta de transportes públicos y que la mayoría de afectados son personas mayores que carecen de los medios y recursos necesarios para estos desplazamientos».