Hablar de Victoria Arévalo es hacerlo del Pozoalbense Femenino, o viceversa. La hoy capitana del primer equipo del club pozoalbense ha vivido todas las etapas del mismo, ha sido testigo activo del crecimiento, dentro y fuera de los terrenos de juego, de la entidad. Victoria Arévalo es una de esas futbolistas que representa la idiosincrasia del Pozoalbense, su razón de ser y, también por qué no decirlo, es una de las deportistas a las que la afición más cariño tiene por ser «de la casa». Quizás no ha tenido su mejor temporada en lo que a números y minutos se refiere por la feroz competencia para hacerse un hueco en el equipo de Manuel Fernández, pero Victoria Arévalo sigue estando ahí, trabajando para dar lo mejor de sí misma. Como siempre. Está para intentar seguir haciendo historia, esta vez para alcanzar la cima del fútbol femenino español

Porque lo que está claro es que ha llegado la hora de la verdad para el equipo de Los Pedroches, el asalto a la Primera Iberdrola cuenta las horas para el inicio. El sábado (17:00, el Municipal) el Pozoalbense recibe al primer rival al que tendrá que superar para lograr su objetivo, el Alhama murciano. La primera de las ocho finales que le esperan y ante las que habrá que estirar el «secreto» que las ha mantenido líderes durante prácticamente toda la temporada. «El secreto ha estado en creer y luchar, ha sido duro, hemos trabajado muchísimo, ha sido difícil llegar hasta aquí, pero lo hemos conseguido con trabajo y esfuerzo», explica Arévalo. 

Acariciar la posibilidad del ascenso ya es una idea con el que «toda futbolista sueña de pequeña, aunque nunca creí que podría llegar a conseguirlo con el equipo de mi vida». Soñar, pero con los pies en la tierra porque la jugadora es consciente de las dificultades del reto que tienen por delante. «Creo que la clave está en ir a partido a partido, es algo complicado porque el Villarreal, por ejemplo, parte con más puntos porque han tenido la oportunidad de disputar seis puntos que nosotras no, lo vemos difícil, pero no lejos», relata. Pero el ir paso a paso obliga a mirar al conjunto murciano en un partido donde «vamos a ir a por todas, desde el minuto cero al noventa, no nos vamos a dejar nada atrás»

Arévalo apostilla que «estamos trabajando con mucha intensidad» y que, aunque el parón de dos semanas puede provocar que se pierda algo de ritmo, el equipo ha aprovechado para «descansar mentalmente». Ese es otro aspecto que viene trabajando el grupo, la parte psicológica, lo que hace pensar que «estamos preparadas, el equipo mentalmente está muy preparado». Otra de las claves de avanzar será demostrar la unidad deportiva mostrada hasta la fecha y que es una extensión de lo que ocurre fuera del campo. La larga lista de fichajes, muchos internacionales, que han dado un salto de calidad y «profesionalización» al equipo se han sabido adaptar. «Las jugadoras que estábamos somos conscientes de que para aspirar a lo máxima tenían que venir algunos fichajes, hemos facilitado su adaptación y ellas también lo han hecho muy bien», afirma la capitana del Pozoalbense. 

Esa profesionalización ha podido implicar también que el calor del público haya sido algo menos cálido en unos tiempos donde la situación sanitaria también ha influido para mermar la acción del público. Sin embargo, el Pozoalbense espera tener en la afición a su jugadora número 12 en esta fase por el ascenso porque «el Pozoalbense puede hacer algo histórico». Palabra de una capitana que tiene claro la «suerte» de poder ser testigo de este momento y asegura que «voy a aprovechar el momento». Todo para conseguir el objetivo, el ascenso a la Primera Iberdrola. Casi nada