• El periodista Juan Mohedano sorprendió con una glosa recitada ataviado con el uniforme de pregonero y recorre todos los aspectos de la vinculación de las gentes de Los Pedroches con la cría, el sacrificio y la elaboración de todos los productos del cerdo ibérico de bellota 

 

Una jornada festiva a la que asistieron unas 3.000 personas durante toda la mañana y hasta bien entrada la tarde en el día de ayer sirvió para revivir la tradicional matanza del cerdo, una costumbre íntimamente ligada a la vida cotidiana de los habitantes de Los Pedroches a lo largo de los siglos. “El cerdo ibérico era la despensa de la casa”, explicó Antonio Escribano, empresario del sector ibérico y encargado de conducir todo el proceso de la matanza, en el que han participado dos carniceros y cuatro matanceras expertas. El proceso comenzó sobre las 11:30 de la mañana en la carpa de más de 1.500 metros cuadrados habilitada para acoger esta Fiesta de la Matanza y de la Artesanía Popular. Al proceso de despiece y elaboración de los productos del cerdo y al reclamo que esto supone, se unió la participación de una veintena de empresas y de asociaciones que han mostrado distintos productos artesanos, labores típicas como el encaje de bolillos y platos típicos de la zona.

Uno de los centros de atención de la Fiesta de la Matanza fue la participación de la matancera mayor. Este año, el honor de llevar esta distinción ha recaído en Emilia Escribano Pérez, de 83 años, pero que pese a su avanzada edad ha participado en las tareas de aliño y embuchado de las carnes picadas para chorizo y morcilla. Emilia Escribano explicó lo importante que siempre ha sido la matanza para una casa y “el gran trajo que suponía”, aunque “también era una fiesta porque se comía y se bebía bien y eso en tiempos de escasez era mucho”. Emilia afirmó que es un gran honor que sus vecinos la reconozcan matancera mayor y espera que “esta tradición nunca se pierda porque forma parte de nuestras raíces”.

Un pregón muy singular

El periodista Juan Mohedano sorprendió a todos con un pregón recitado sobre la matanza del cerdo. Mohedano recorrió distintos aspectos del cerdo y de la matanza con singular gracia. “Hablemos del salchichón, nobles carnes veneradas, que picadas y aliñadas a reyes y emperadores hacen la vida más grata”, reseñó en verso el director de la emisora local Radio Luna. El pregón tuvo una importante riqueza léxica vinculada al habla popular de Los Pedroches y ha ido desglosando paso a paso todos los pasos que componen la celebración de una matanza: “A las seis de la mañana, cumplen la pena de muerte, las mujeres con el cubo, mueven la sangre caliente… otras lavan los menúos, no se pierda ni una tripa; todo vale, na se tira. Todo vuelve pa la casa, donde está la comitiva”.

Las actuaciones del grupo Jara y Granito, del coro del centro de participación activa de mayores y la charanga Pata Negra animaron la fiesta durante las primeras horas de la tarde, mientras se degustaban chanfainas, molondroscos, carnes frescas, embutidos y jamón ibérico de bellota.