El Pozoblanco afronta este domingo un test de máxima exigencia en su visita al San Roque de Lepe, otro de los conjuntos en forma del inicio liguero. Los blanquillos llegan como líderes en solitario tras firmar un arranque impecable con tres victorias en tres jornadas, pero tendrán que medirse a un rival que también permanece invicto y que en su estreno en casa ya demostró su fortaleza doblegando al Coria.

El técnico, Alberto Fernández, reconoció la dificultad del encuentro y valoró la progresión del cuadro onubense. “Nos enfrentamos a un equipo en estado dulce, invicto, muy bien trabajado, intenso y con jugadores determinantes en posiciones clave. Han mejorado mucho con respecto al año pasado, tanto en calidad como en muchos aspectos del juego, y en su campo serán un rival muy complicado”, subrayó.

En efecto, la escuadra lepera, pese a estar octava con 5 puntos, puede decir que no sabe lo que es perder. Viene de dos salidas consecutivas sumando en Castilleja (0-0) y Tomares (1-1). Un campo el de este último de los más difíciles del Grupo 10. 

A pesar de la exigencia de la empresa, el entrenador del cuadro pozoalbense confía en que sus jugadores mantengan la ambición mostrada en el inicio de curso. “No será fácil, pero vamos con mucha ilusión de poder sacar algo positivo. Trataremos de continuar la racha y seguir ganando partidos en una categoría cada vez más complicada”, señaló para finalizar.