Feminismo, igualdad, rebeldía, resiliencia e inconformismo. Esas fueron algunas de las palabras que se escucharon durante la inauguración de la exposición con la que la asociación Ventana Abierta conmemora sus treinta años de historia. Palabras que, de una manera u otra, quedan reflejadas en el camino que el colectivo ofrece por la exposición, un recorrido por tres décadas a través de fechas clave marcadas por el propio feminismo, pero también, por los golpes sufridos en contra de esa lucha por la igualdad.
La exposición contiene cartelería de Ventana Abierta para las campañas del 25 de noviembre, del 8 de marzo o del Día del Medio Ambiente, así como un recordatorio de su apuesta formativa a través de la Escuela Feminista, de la organización de otras actividades, de su presencia en la prensa y de cómo Ventana Abierta ha querido también estar presente a través de escritos que ponen de relieve las preocupaciones máximas de este colectivo.
Elementos donde lo local está muy presente con espacio para aquellos momentos en los que Pozoblanco ha sido golpeado por la violencia de género con recordatorio del apoyo a las víctimas, un apoyo que supera la esfera pública y que habla también de un trabajo anónimo e incansable por la defensa hacia las víctimas, como recordó una de las fundadoras de la Plataforma Cordobesa contra la violencia la violencia a las mujeres, Dulce Rodríguez.
Ese paseo es un recorrido por la forma en la que Ventana Abierta ha entendido su lucha y su trabajo, haciendo partícipe a la sociedad, pero también de su propia historia, de cómo su compromiso se ha mantenido intacto a través de los años, de cómo la palabra y la concienciación han sido sus herramientas para que esa colectividad se sume a la lucha por la igualdad. Y de esa historia habló la actual presidenta del colectivo, Inmaculada Dueñas, que no se olvidó de quienes le precedieron en el cargo pero exaltando siempre el trabajo conjunto de todas las mujeres que han conformado y conforman la historia de Ventana Abierta.
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