El Pozoblanco, ese que viene rompiendo estadísticas este año, quiere seguir en esa racha y este fin de semana tiene un reto por delante, ganar en un estadio que se le da especialmente mal. Los de Antonio Jesús Cobos rinden visita a un Coria ante el que han perdido en sus últimos ocho encuentras lejos del Municipal. La situación entre los dos equipos no puede ser más diferente, unos terceros y los otros ocupando la última posición de la tabla. 

Algo que ni por asomo hace lanzas las campanas al vuelo al técnico del Pozoblanco, sino todo lo contrario. «No vamos relajando ni mucho menos, pero sí con toda la ambición para llevarnos los tres puntos», explicó Cobos en las horas previas al choque. «El Coria está en una pelea durísima, ahora mismo es el farolillo rojo pero la diferencia con la salvación es de un partido por lo que están metidos en la pelea», prosiguió el técnico belmezano. 

Eso, el saber que la salvación está en su mano, hace al Coria «un equipo muy peligroso». «Estoy convencido de que va a ser un partido durísimo, la posición no a reflejarse en el campo», argumentó el entrenador. Con todo ello, Cobos indicó que «vamos a competir los tres puntos porque ellos están en una pelea muy cruel, pero nosotros estamos en otra que es igual de importante». 

Para conseguir su objetivo, el técnico no podrá contar Márquez, lesionado, y David García será duda hasta el final. Por contra, Kaká y Manu Moya han recibido el alta médica por lo que podrían ser de la partida y entrar en convocatoria al estar «absolutamente disponibles». 

Mercado invernal

Y si Cobos mira a Coria también lo hace a su propia plantilla y al cierre del mercado. Lo hace cruzando los dedos para que ningún club toque a sus jugadores, algo que ya ha pasado con Abraham que tiene «ofertas muy importantes» encima de la mesa. «No sabemos qué ocurrirá, a día de hoy soy muy optimista porque creo que se quedará con nosotros, pero no sabe, hay cosas que no están en nuestra mano», apuntó el técnico.