Adelantó el pregonero del Carnaval de Pozoblanco 2014 que el suyo no iba a ser un pregón al uso y cumplió su palabra. Antonio Arévalo Santos no se subió al escenario del Auditorio del Recinto Ferial a contar mil y una anécdotas sobres sus vivencias alrededor de este mes de pasadobles y cuplés. Ese no fue el eje de su pregón, su historia fue otra, precisamente la de hacer un recorrido por la historia del Carnaval tirando de su faceta de historiador.

Y lo hizo retorciendo a tiempos inmemoriales, desde los fenicios al pueblo romano, al griego, pasando por la Edad Media,  parándose en el Renacimiento y en el Barroco y avanzando hasta llegar a un convulso siglo XX que consiguió que el Carnaval permaneciese como parte de la tradición e historia de muchos pueblos. Acompañó la puesta en escena a este recorrido histórico, como diría cualquier buen carnavalero, con el tipo. Y es que Antonio Arévalo fue caracterizándose y metiéndose en la piel de aquellos griegos, representó a los medievos y se vistió de Velázquez.

En clímax del pregón planteado por Antonio Arévalo llegó a su final, cuando destapó la historia más cercana del Carnaval, cuando entre la oscuridad relató los años duros de censura y cuando apostó por la fiesta como un periodo de subversión de valores. Y a ello quiso añadir el pregonero su experiencia personal, enfundado de arlequín porque «para mí el de arlequín es el traje de carnaval porque tiene todos los colores». «Tiene el rojo, pero también el azul y el verde, tiene el rosa y también el negro porque también están los malos momentos», aludió un Arévalo que tuvo un sentido recuerdo para Mari Ángeles Santos, la última víctima de violencia de género y familiar suyo y a la que el auditorio volvió a recordar.

Tras ese recorrido histórico, Arévalo volvió a dejar en el aire sus méritos para ser pregonero de esta fiesta y abogó por quedarse con la parcela en la que se invita a todos a disfrutar del Carnaval y para ello desplegó su invitación, a modo de cartel, el que dará vida a los Carnavales de Pozoblanco 2014. Después, el pregonero tuvo la oportunidad de recoger los halagos que le dedicaron algunas de las agrupaciones que participaron y que tuvieron emotivas palabras para Antonio Arévalo Santos.

Ausencias

El acto del pregón comenzó con la «queja» de la representante de la Agrupación de Amigos de Carnaval por la ausencia del alcalde Pablo Carrillo porque «ni ha declinado la invitación ni ha delegado en nadie». Así las cosas, Benito García subió al escenario e hizo de representante de un Ayuntamiento que tan solo contó con dos de sus concejales entre los asistentes, el propio García y Francisca Fernández que aguantaron los pasodobles y cuplés que les dedicaron las chirigotas y comparsas. El certamen del Teatro «El Silo», promete.