El 14 de diciembre de 2016 Antonio de Pozoblanco presentaba en el Salón de Tapices del Palacio de Viana de Córdoba su nuevo trabajo discográfico, «Flamenco presente«. Un disco con el que el artista bucea en las raíces del género pero apostando por una evolución del mismo y en el que la otra mitad ha sido el guitarrista Javier Muñoz, «El Tomate». Con «Flamenco presente» anda recorriendo ciudades para dar a conocer su forma de entender el género, su apuesta musical, y eso le trae este viernes a Pozoblanco. Su localidad natal ya tuvo oportunidad de escuchar parte de su nueva propuesta pero la cita del viernes (22 horas) se encuadra como una de esas fechas importantes, le espera el Teatro «El Silo».

Pregunta: En diciembre presenta «Flamenco presente», ¿qué le está reportando?

Respuesta: La verdad es que estamos muy contentos con el disco. Hicimos un primera presentación en Córdoba y luego estuvimos en diciembre en Pozoblanco y hemos seguido con las presentaciones que nos han llevado hasta el auditorio Felipe VI de Estepona, la plaza San Agustín de Córdoba, la semana que viene vamos al Instituto Andaluz de Flamenco, el día 16 estaremos en Madrid y este viernes pues toca Pozoblanco.

P: Es decir, ¿qué está funcionando?

R: No nos podemos quejar, siempre puede ir la cosa peor. Hay que buscarse la vida.

P: ¿Está siendo la experiencia parecida a la que vivió con su anterior disco, «Córdoba Única»?

R: No tiene nada que ver. El proceso de grabar un disco, el aprendizaje que ese proceso conlleva es muy importante. Los músicos que llevo no tienen nada que ver, no me gusta llamarlo evolución, pero sí hay otra forma de expresarme.

P: ¿En qué puede percibir el aficionado ese proceso de aprendizaje del que habla?

R: En verdad lo que intento es seguir creciendo. Lo que más me ha aportando en este trabajo es la guitarra donde cuento con Javier Muñoz, «El Tomate», al que tuve la suerte de conocerlo hace unos años e hicimos un buen tándem, hay muy buen rollo y eso conduce a una buena actitud. Él es premio Vicente Amigo de Guitarra de 2014 y tiene mucha técnica, muchos tonos rebuscados que es lo que hemos intentado plantar en este nuevo disco. Queremos traer el flamenco al presente porque muchas veces se concibe con el formato tradicional y tiene muchas más vías, podemos unirlo con otros instrumentos como el bajo o el piano y hasta hacerlo con un fado como el que hemos grabado.

P: ¿Cómo definiría el concierto del viernes?

R: Pues es un concierto, no es un recital, donde queremos ver el flamenco desde otro punto de vista más allá de encuadrarlo en una peña o en un recital, porque es mucho más que eso. Voy a disponer de todos los músicos con los que suelo trabajar y vamos a incluir el baile, pero sobre todo, la instrumentalización. Tenemos las tres vertientes: cante, toque y baile. Vamos a intentar disfrutar para luego hacer disfrutar a la gente con lo que hacemos y levantarle ese pellizquito.

P: ¿Qué supone para Antonio de Pozoblanco actuar en el Teatro «El Silo»?

R: Es un espacio más aunque los nervios siempre están más presentes, hay un plus de responsabilidad por eso de jugar en casa, de tener a la familia y a los amigos. Luego, actuar en «El Silo» es una gozada, disponer de un espacio como ese es un gusto, el escenario, el equipo técnico te da una tranquilidad que es de agradecer.

P: ¿Qué espera de este concierto?

R: Espero lo mismo que de las presentaciones anteriores. Estamos haciendo una música flamenca respetando la tradición y quiero enseñarle a mi pueblo lo que mis compañeros y yo venimos haciendo dentro del flamenco. En definitiva, que no tengamos en la mente el flamenco como algo antiguo, que hay muchas más vías de unión para atraer a más gente. Tampoco buscamos aficionar, pero sí acercarlo, ver otras vías de acción.

P: Por último Antonio, ¿cuánto cuesta dedicarse a esto de la música en los tiempos que corren?

R: Pues como todo en la vida, nada es fácil, hoy trabajar cuesta ya. He optado por hacer de esto mi profesión y eso implica muchos días de ensayo, de intentar contar algo que no se haya contado. Lo que sí es verdad que cuando haces una cosa que te gusta y la haces con ilusión no vas nunca con parece. Pero cuesta porque hoy en día vivir y trabajar es complicado.