No hubo sol resplandeciente, pero el Domingo de Resurrección brilló en Pozoblanco de la mano de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Jesús Resucitado y Nuestra Señora María Santísima de Luna. La junta directiva decidió retrasar media hora la salida y acortar el recorrido por lo que después de la Plaza de la Constitución tocó afrontar la Carrera Oficial, que mantuvo la hora de entrada prevista desde un inicio. 

Antes de eso, en la confluencia de las calles San Cayetano y Jesús la lluvia se tornó de pétalos siendo testigo del encuentro entre la imponente imagen de Jesús Resucitado y la patrona de la localidad, la Virgen de Luna. Es uno de los atractivos del Domingo de Resurrección y se ha convertido también en un punto de encuentro de la Semana Santa pozoalbense. 

Una Semana Santa a la que tocaba poner fin después de días de todo y por eso fueron muchos los que no quisieron faltar a la cita, no sólo en ese punto, sino en otros que aglutinan muchas singularidades. Luce el Resucitado en la carrera oficial, pero también deja bellas estampas en la bajada de la costanilla del Risquillo donde hubo que hacerse un hueco para ver el paso de la imagen obra de Francisco Romero Zafra y también para recibir a la Virgen de Luna. 

Con la entrada en Santa Catalina de ambas imágenes se puso el punto y final a ocho días donde el tiempo ha deslucido algunos de los desfiles procesionales, pero donde la Semana Santa pozoalbense ha vuelto a reivindicar sus particularidades.