La industria turística es uno de los pilares de la economía española representando al cierre del 2019 el 12,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país. El sector turístico es uno de los más golpeados por la crisis generada por el Covid-19 y su recuperación, dada la incidencia en la economía española, es clave a nivel global. La consultora Deloitte elaboró hace unas semanas un informe donde establece una recuperación casi total del sector turístico para el año 2021, aunque la incidencia en este año variará debido a las restricciones. Luisma Luna y Vicente Rodríguez son dos empresarios pozoalbenses que sufren esa paralización del sector al ser responsables de dos de las agencias de viajes de la localidad, Cultura Viajes y Waytours Viajes, respectivamente. Con ellos hablamos del parón económico sufrido, de la situación del sector y de las previsiones de futuro. 

Desde el inicio de la crisis sanitaria y las restricciones de movilidad impuestas, las cancelaciones han marcado el trabajo de las agencias de viaje y, por tanto, se ha producido una evidente caída en el volumen de negocio. «Nosotros en estas fechas lo que más tenemos es viajes de estudiantes, que los hacen antes o inmediatamente después de Semana Santa, es en este tipo de viajes donde más hemos notado la caída en el volumen de ventas», nos explica Luna que matiza que «no se ha llevado a cabo ninguno». Por delante queda el estudio de cada expediente, la consulta con cada proveedor porque «no hay una política única». «Hasta ahora los proveedores están siendo bastante comprensibles», apunta aunque incide en el hecho de que no se esté siguiendo una misma línea.  

El responsable de Cultura Viajes incide en que «partimos de la base de que esta es una situación que no se ha vivido antes, no hay protocolos». «Por ejemplo, en los cruceros si se cancela 30-45 días antes lo único que se cobra es un gasto de gestión mínimo por pasajero, diferentes casos se presentan con las compañías aéreas que ahora están optando por dar un bono que permite al cliente canjearlo en los próximos 365 días, al principio se estableció hasta el 31 de diciembre, pero luego varió. Es una salida por el camino del medio porque ni perjudica a la compañía ni al cliente, no está mal del todo. Luego hay gente que espera a que sea la propia compañía la que cancele el vuelo para que se le reembolse el importe, pero ante la incertidumbre quién espera. Es una situación complicada», analiza. 

En una línea similar se manifiesta Vicente Rodríguez que explica que desde su agencia «lo que más teníamos eran paquetes de vuelos más hotel y se planteaba el problema, al trabajar con aerolíneas de bajo coste, que no fueran a devolver los importes. Dentro de lo negativo se están portando bastante bien, costó que el Gobierno intermediaria pero lo hizo y eso obligó a las compañías aéreas a devolver los importes de los vuelos afectados por el estado de alarma. Luego, hay clientes que están recibiendo un bono para gastar en el próximo año. Los hoteles, en lo que a nosotros respecta, se están portando muy bien, a pesar de ser tarifas no reembolsables lo cierto es que dentro de la mala situación, estamos teniendo suerte». Una suerte que, por ejemplo, no tienen agencias muy especializadas con destinos muy específicos que han conllevado unas pérdidas que han obligado al cierre. 

El sector del turismo no ha estado exento de lo que el resto, las decisiones tomadas sobre la marcha y conforme se ha ido desarrollando la crisis sanitaria. Así, Rodríguez matiza que «antes de que todo explotara nosotros transmitíamos tranquilidad porque era lo que nos decían, una semana antes estábamos trabajando normal, prácticamente hasta el viernes 13 de marzo, que es cuando cerramos, no tuvimos ninguna cancelación». Más dudas a este respecto muestra Luisma Luna que «ya trabajamos con el hecho de que en el puente de Andalucía muchos clientes tenían dudas de viajar o no a Italia, ahí ya empezamos a hablar con clientes, proveedores y empezaron las cancelaciones, principalmente, para ese destino». 

Cancelaciones de viajes de novios y el futuro

Para mirar al futuro también se analizan diferentes variantes, ya que hay cuestiones que no dependerán de la evolución de la pandemia en España, sino en otros países. El cierre de fronteras deja intuir que el turismo nacional será parte primordial en los primeros meses de vuelta a la normalidad ya que «hay que se sensatos, cautos y no pillarse las manos, por lo que este año apostaremos por darle mucha caña al turismo nacional, sin olvidar que tenemos la suerte de la buena gestión en Portugal y los circuitos del Algarve y demás también los tenemos», indica Vicente Rodríguez.

Ambos empresarios se detienen en otro punto importante, las contrataciones de viajes de novios que tienen por delante. «Es algo que me da mucha pena, porque es un viaje importante para los clientes y están en duda ahora mismo con la celebración, pues fíjate con el viaje», explica Luna. Eso lleva a los responsables de las agencias a ver la evolución de la pandemia en los diferentes países porque «muchos van a depender del destino». Ambos indican que son viajes «especiales» que «preparamos con mucha ilusión» y ahora ven como las cancelaciones asoman de manera paulatina.

¿Y el futuro? Lo primero por lo que apuestan estos dos empresarios pozoalbenses es por «ir viendo el día a día porque no sabemos el desarrollo de la pandemia, cuándo se abrirán las fronteras, es complicado ver cómo se comportarán destinos como Estados Unidos, China, Japón, que son destinos muy demandados. Yo espero ver los primeros brotes verdes para enero de 2021″, detalla Luna. Por su parte, el responsable de Waytours Viajes apunta que «soy optimista, el turismo fue un motor para superar la crisis de 2008 y es una de las cuestiones que tiene que empezar a funcionar, así que soy optimista ante el futuro. También dicen que las crisis que llegan de manera rápida se superan con esos tiempos, habrá que ir viéndolo». 

Mientras todo eso sigue, ambas agencias siguen dando servicios a sus clientes, asesorando, tramitando sus cancelaciones, marcando plazos e incluso haciendo algunas contrataciones para los meses de septiembre y octubre. Señal de las ganas y la necesidad de volver a la normalidad y dejar atrás una pandemia que lo ha paralizado casi todo.